Alrededor de 600 millones de pesos está pidiendo como indemnización al Fisco, uno de los sobrevivientes del accidente que el año 2006 costó la vida a 18 miembros del Ejército en Cañete. La demanda del cabo Bridoir Vivanco Paz y su esposa fue presentada ahora, porque tras 18 años desde la tragedia las secuelas lo incapacitaron prácticamente en un 100%.

Fue el 12 de noviembre de 2006 cuando el bus en el que viajaba la Banda Instrumental del Regimiento Reforzado Chacabuco cayó al río Tucapel, tras desbarrancar desde el puente Quelén Quelén.

Según la investigación, fue la mala señalética y la falta de mantención del camino lo que causó el accidente, que dejó como saldo 18 muertos y nueve sobrevivientes, entre ellos el cabo segundo Bridoir Vivanco Paz, quien ahora atribuye a esa falta de servicio las secuelas físicas sufridas durante 18 años.

El argumento de la demanda contra el Estado es que la tendinopatía en sus hombros llevaron al Ejército a determinar que no es apto para seguir en sus filas, pero lo más grave, dijo el uniformado, es que las lesiones sufridas terminaron por incapacitarlo incluso para seguir tocando la trompeta.

En la acción legal se incluye también como víctima a la esposa del cabo segundo, Carmen Orrego Canales, quien ha debido acompañarlo y contenerlo en los 18 años de tratamiento por el daño que hoy lo tiene prácticamente incapacitado.

Pero además, dijo Bridoir Vivanco, hay una afectación psicológica, la que se agravó con la decisión del Ejército de separarlo de la institución.

La demanda, ya acogida a trámite por el Segundo Juzgado Civil de Concepción y notificada al Consejo de Defensa del Estado, persigue el pago de más de 600 millones de pesos por concepto de daño emergente, lucro cesante y daño moral del sobreviviente y su cónyuge.