La paralización del puerto ha traído consecuencias internacionales, por ejemplo, con las exportaciones e importaciones con Argentina.

Sin éxito terminó la reunión entre los ejecutivos de Puerto Coronel, los representantes de estibadores eventuales que representan a unos 900 trabajadores en la comuna y el Gobierno.

El conflicto se extiende por un mes y se estiman pérdidas que bordean los 75 millones de dólares, siendo afectada las pequeñas y medianas empresas de diversos sectores, quienes se ven forzados a exportar su carga en puertos ubicados fuera del Bío Bío.

La delegada presidencial Daniela Dresdner y la seremi del Trabajo, Sandra Quintana desde el Gobierno en la zona, se trasladaron a Coronel.

La máxima autoridad regional, espera la pronta reactivación de Puerto Coronel, pero complementó que la solución depende de los acuerdos que haga la compañía con los trabajadores.

Y siguen las declaraciones cruzadas entre las partes. Ya que la compañía, una vez finalizada la reunión, indicó que “pese a que se discutieron ampliamente los puntos para reestablecer la gobernanza en la administración y operación de nuestro terminal, no se logró un acuerdo sobre cambios indispensables”, por lo que “definirá nuevos esfuerzos para destrabar el acceso a la operación del puerto bajo los principios de seguridad, confiabilidad, eficiencia y respeto mutuo”.

Mientras que en la Unión Portuaria de Coronel aseguran que han “cedido más allá de lo que deseábamos”, en temas como dotación y productividad.

De paso acusaron presiones desde quienes controlan la empresa para no llegar a acuerdos.

“Los trabajadores hemos hecho nuevamente esfuerzos denodados por alcanzar una solución a este conflicto, los cuales no han sido suficientes. Lamentamos que todo lo que hemos propuesto con el propósito de reanudar las faenas no alcanzan para las ambiciones de la compañía”.