Los apoderados tras conocer lo ocurrido, decidieron retirar a sus hijos e hijas del establecimiento educacional y se espera que este miércoles retornen a clases de manera normal.

Más de diez robos ha sufrido en lo que va de este año la escuela Thomas Jefferson (ex número 10) de Los Ángeles. Situación que tiene atemorizados a estudiantes, profesores, apoderados y que no tiene una pronta solución en el horizonte.

La noche del lunes, cuando se registró el último de los múltiples atracos que ha sufrido el establecimiento, los delincuentes destruyeron parte de los casilleros de los docentes y sustrajeron diversas especies, lo que quedó al descubierto la mañana del martes.

Marta Sanzana, una de las docentes del establecimiento educacional, aseguró a Radio Bío Bío que incluso los ladrones, se dieron el tiempo de comer al interior del colegio.

“Esta vez entraron a la sala de profesores nuevamente, nos abrieron todo, nos sacaron todas nuestras cosas. Tomaron oncecita, parece que se alimentaron bien”, comentó la profesora. A esto agregó que “nos han sustraído elementos tecnológicos, computadores notebooks, así también han sacado material, han destruido puertas, ventanales. Asaltaron nuestra cocina, se llevaron toda la alimentación. Este es pan nuestro de cada día”.

Añadió que están atemorizados, pero lo peor de todo, hay un daño psicológico grave tanto en los profesores, como en padres y apoderados.

“Nosotros como docentes nos reunimos también junto con un grupo de asistentes y decidimos que no, esto ya no podía seguir, ya no podía pasar, como dice uno en silencio teníamos ya que hacernos presente porque de verdad la parte emocional, como a cualquier persona que le entran a robar a su casa, a uno lo deja bastante inquieto”, aseguró Marta Sanzana.

Desde el concejo municipal, la integrante de la comisión de Educación, Paola Ortíz, propuso la creación de una comisión especial que aborde estos robos.

“Este año con lo ocurrido anoche, ya van 16 robos en ese colegio. Bueno, con consiguiente pérdida material, por supuesto”, dijo la concejala.

A su juicio, las medidas de seguridad implementadas por el Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) para evitar los robos en la escuela Thomas Jefferson son insuficientes.

“Hay un tema muy importante que tiene que ver con la tranquilidad, con la seguridad, con la estabilidad emocional de la comunidad escolar y, sobre todo, de los niños que en este minuto manifiestan temor incluso de ir a clases y el temor de los padres y apoderados de enviar a sus niños a clase, porque les puede pasar algo estando ellos en la escuela”, aseguró Paola Ortiz.

Los apoderados tras conocer lo ocurrido, decidieron retirar a sus hijos e hijas del establecimiento educacional y se espera que este miércoles retornen a clases de manera normal.

En tanto, desde el municipio de Los Ángeles comprometieron un pronunciamiento para las próximas horas, lo que hasta el cierre de esta edición no ha ocurrido.