Una alteración en su calidad de vida reportan vecinos de calle San Martín, en el centro de Concepción, por personas en situación de calle que se instalan en carpas, escuchan música a alto volumen y hacen fogatas de madrugada. A eso se suma un problema de salubridad por las deposiciones, que aseguran los residentes, realizan en plena avenida.

Ruidos molestos, deposiciones y peligrosas fogatas de madrugada es con lo que conviven a diario vecinos del centro de Concepción, a causa de personas en situación de calle que se instalan en carpas en espacios públicos.

La situación se arrastra hace meses, pero los residentes dicen estar cansados, ya que sus horas de descanso se han visto alteradas y, pese a sus denuncias, nadie toma medidas al respecto.

Cae la noche y el grupo se instala en calle San Martín, entre Colo Colo y Aníbal Pinto, colindando con una farmacia, donde levantan carpas para pernoctar.

La preocupación y molestia de los vecinos, es que encienden fogatas y ponen música a alto volumen en la madrugada.

“Es terrible porque se ponen a conversar toda la noche, con música. Nosotros prácticamente el descanso en bien difícil. Además se ponen a cocinas, prenden fogatas en la noche y es un basural”, relató a Radio Bío Bío una de las afectadas.

La mujer añadió que también su presencia representa un peligro sanitario, ya que a los restos de comida se suma que “orinan y todo se queda en la vereda”.

Los vecinos dicen que han dado cuenta de la situación al municipio y buscan que se aborde el tema, desde donde indicaron que el caso está en conocimiento del Programa Calle y aseveraron estar realizando trámites con la Seremi de Salud para planificar y hacer un operativo de desalojo.

Traslado a residencias es voluntario

Son cuatro las personas que viven en el lugar y el Seremi de Desarrollo Social, Hedson Díaz, señaló que ya han tomado contacto con ellos, pero el traslado a residencias habilitadas es voluntario.

Mientras que desde el municipio penquista, indicaron que si bien se puede ofrecer un lugar de acogida a las personas, no se les puede obligar a concurrir.