El máximo puntaje en la prueba de Competencia Matemática obtuvo un joven de 18 años, único caso en el país con el "síndrome de niño acordeón", quien ha debido someterse a 38 cirugías. Pese a su tratamiento y largas estadías en hospitales, Felipe Paredes nunca dejó de lado sus estudios y ahora podrá cumplir uno de sus sueños: estudiar Medicina.

Despertó temprano para asistir a una hora de fototerapia en el Hospital Regional de Concepción. Luego volvió a su casa y prendió su computador. Ingresó inmediatamente a la página del Demre y gritó de alegría al descubrir que tenía el máximo puntaje en competencias matemáticas, 1.000 de puntaje.

El resultado en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) es la coronación de años de esfuerzo y dedicación de Felipe Paredes López, joven de 18 años, único en el país con el “síndrome de niño acordeón”, es decir, no se le terminó de formar la columna vertebral durante la gestación.

Y es que Felipe ha debido compatibilizar sus estudios con el complejo tratamiento de su enfermedad y largas estadías en el hospital. A modo de ejemplo, a su corta edad ha debido enfrentar 38 cirugías y aún le restan otras por practicarse.

En conversación con BioBioChile, su madre, Patricia López, relató cómo se enteraron de los resultados de la PAES y recordó que siempre le transmitieron que la educación era lo más importante para lograr sus objetivos.

Por eso tras salir de Cuarto Medio del Instituto Salesiano de Valdivia en 2021, al año siguiente (2022) hizo un preuniversitario. Su objetivo era claro y lo logró con creces, ya que además del excelente resultado en Matemáticas, también obtuvo buen puntaje en competencia lectora (891) y Ciencias (753).

“Su anhelo es estudiar Medicina en la Universidad de Concepción o en la Universidad San Sebastián”, indicó la mujer, asegurando que para ella lo fundamental es que él decida lo que más le gusta.

Una enfermedad desconocida

López recordó que al comienzo tras el diagnóstico de su hijo “todo fue cuesta arriba, no sabíamos nada de la enfermedad. Cuando Felipe nació lo operaron a los 18 días y siempre con el miedo de que iba a morir. La neurocirugía infantil estaba en pañales, entonces en el Hospital Regional no había neurocirujanos infantiles”.

A los meses de nacido ingresó a la Teletón, donde ha recibido el tratamiento que necesitaba. La mujer agradece el apoyo que le ha dado la institución hasta el día de hoy.

Pese al transcurso de los años, el código de la enfermedad de Felipe aún no aparece en Fonasa, en su reemplazo deben ingresar el código de la enfermedad lipomielomeningocele.

Felipe tuvo notoriedad pública cuando fue escogido -según contó su madre- como el “niño símbolo” en la inauguración del primer parque inclusivo del país, correspondiente al Parque Ecuador.

Además es seleccionado nacional de basquetbol adaptado, formando parte de las filas el club deportivo Gran Bulls Una Pasión de Concepción.

Esta semana realizará su postulación con la esperanza de estudiar lo que siempre deseó y por lo que se esforzó.