Una semana en toma lleva la central Bocamina 2 en Coronel por parte de trabajadores. El cese de operaciones de la planta está programado para el 31 de mayo.

Trabajadores contratistas de Bocamina 2 cumplieron una semana en toma de la central termoeléctrica de la empresa Enel en Coronel, que tiene sus operaciones paralizadas producto de la movilización.

La medida de presión comenzó el martes de la semana pasada por parte de operadores que dicen no haber sido considerados en la planificación del Gobierno que acompañaría el cierre de las centrales a carbón.

Iván Cáceres, vocero de 74 trabajadores, dice que transcurrida una semana están complicados con la lluvia en precarias instalaciones en el ingreso a la central, pero que no dejarán la toma si no es con un compromiso firmado.

La empresa no se ha vuelto a referir a la toma de la planta, pero el viernes comentó que esto era un riesgo para la integridad de los trabajadores y de las instalaciones, y que lo que se está dejando de producir en Bocamina equivale al suministro de más de un millón de hogares.

Dijo que por más de un año se trabajó con el Gobierno en la creación de una Estrategia de Transición Justa, en que el Estado asumió el compromiso de gestionar el fomento al empleo e intermediación laboral, lo que no se ha cumplido.

La delegada presidencial en el Bío Bío, Daniela Dresdner, señaló que están muy preocupados por la ocupación de esas instalaciones.

“Efectivamente hay un proceso de transición que no se ha llevado de buena manera (…) tenemos a nuestra seremi de Energía y a nuestra seremi del Trabajo que han estado hablando desde el día uno conversando con los trabajadores y conversando con la empresa”, añadió la delegada.

El cese de operaciones de Bocamina 2, que aporta 350 megawats al sistema eléctrico nacional, está programado para el 31 de mayo y los trabajadores propios de la generadora tienen el compromiso de ser reubicados, pero los contratistas acusan incertidumbre ante la pérdida de su fuente laboral.

La toma de la central se da en un contexto marcado por la estrechez con que opera el sistema, al punto que de visita en Chile y entrevista con el Diario Financiero, Francisco Starace, máximo ejecutivo del grupo energético italiano, se abrió a la posibilidad de retrasar el cierre de Bocamina, tal como lo solicitó el Coordinador Eléctrico Nacional.