La tala ilegal y robo de madera desde la Reserva Nonguén está fuera de control, según denunció la Coordinadora Regional de Medio Ambiente.

A su vez, Conaf afirma que no pueden tener una vigilancia extrema en el lugar, mientras el alcalde de Chiguayante apunta a la falta de patrullajes policiales.

Camionetas sin patente bajando desde la Reserva Nonguén hacia el camino a Cabrero, en el sector Agua de la Gloria, cargadas con trozos de roble y olivillo.

Ese es el último registro obtenido por Roberto Francesconi, vocero de la Coordinadora regional de medio ambiente, quien incluso pudo seguir por algunos kilómetros a estos vehículos que luego se perdieron en el camino.

Francesconi había denunciado hace algunas semanas que por el lado de Chiguayante se seguía usando un acceso para sacar madera de forma descarada, siempre por vehículos sin patente.

El alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, comuna que tiene en su territorio un 80% de la reserva, confirma que esto está ocurriendo y que es necesario detener esta tala ilegal.

Desde Conaf, señalan que han presentado siete querellas este año y el anterior por robo de madera al interior de la Reserva Nacional Nonguén, y desde el 2015 a la fecha cinco personas han resultado detenidas y tienen restricción de acercarse a esta área silvestre protegida.

Su director regional, Francisco Pozo, explicó que actualmente la reserva, futuro Parque Nacional, cuenta con cerca de 8 kilómetros de cerco instalados en la parte sur de la unidad, y que recientemente se han efectuado fiscalizaciones apoyadas con drones.

Según Conaf, la última denuncia de la Coordinadora no se refiere a una corta reciente, sino que a una detectada por los guardaparques en octubre del año pasado, y que actualmente se encuentra judicializada. Sin embargo Roberto Francesconi, cree que es evidente que nadie está impidiendo que este robo continúe.

La Reserva Nacional Nonguén, tiene una superficie de más de 3 mil hectáreas y protege el último remanente importante del bosque caducifolio de Concepción, que antes cubría la cordillera de la Costa en la región y que fue remplazado casi en su totalidad por cultivos agrícolas y plantaciones forestales.

En él, se pueden encontrar especies escasas en esta zona, como el raulí, el tineo y la huillipatagua. Además se encuentra el michay de neger, planta arbustiva en peligro de extinción y endémica de esta región.