A través de una carta interna, docentes de la Universidad de Concepción cuestionaron el proceso que lleva adelante la principal casa de estudios penquista para elegir a sus decanos y directores de departamentos mediante voto electrónico.

¿Las razones? Tres. Primero porque la empresa contratada, EVoting, estuvo a cargo de las polémicas elecciones en Ciudadanos y la UDI. En ese entonces el apoyo técnico falló, hubo votos anómalos y personas que no pudieron sufragar. Incluso el proceso gremialista debió suspenderse por los inconvenientes y repetirse con papel y lápiz.

Segundo, pues desconfían del trato que una compañía privada le pueda dar a datos personales, entre ellos, el número de serie de la cédula de identidad y sus preferencias.

Y tercero, porque un alto directivo de la UdeC, Jorge Dresdner, encargado de Estudios Estratégicos (DEE) de la institución, es hermano de una ejecutiva de la compañía contratada: Rossana Dresdner, jefa de Comunicaciones.

Desde la Universidad de Concepción sostienen que los comicios han sido exitosos y sin ninguna complicación. Asimismo, reconocieron que la repartición que preside el aludido estuvo encargada de la contratación de la empresa, pero que Dresdner se inhabilitó y consideran que lo ocurrido se trató de una lamentable coincidencia.

La carta

Según consta en el sitio web de la propia empresa, las elecciones online en la Universidad de Concepción comenzaron en junio de este año, cuando se eligieron a los decanos de tres facultades: Ciencias Veterinarias, de Medicina y de Farmacia. Además de los directores de los departamentos de Geografía, Urbanismo y Farmacología.

Una de las reparticiones que está pendiente por someterse a los comicios es la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (que agrupa a Derecho y Administración Pública). Fue justamente allí donde la contratación de EVoting causó recelo entre los académicos.

Al menos así quedó consignado en una carta interna de un grupo de profesores de ambas carreras -a la que tuvo acceso BioBioChile- dirigida al decano Rodolfo Walter Díaz. En ella advierten que no pueden “adscribir a un mecanismo de votación electrónica implementado por una empresa que ha sido públicamente criticada por su gestión en anteriores procesos electorales (…) y cuyo procedimiento de selección, además, no ha sido suficientemente transparentado”.

Sobre este último punto, los académicos también cuestionan que “en una universidad que se precia de tener vocación pública, no puede ser irrelevante la relación de parentesco entre una ejecutiva de la empresa seleccionada y un alto directivo universitario”.

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“Si queremos avanzar en mejorar los estándares de transparencia, y proteger tanto el prestigio institucional como la honra de sus trabajadores, en todo nivel, no parece suficiente una declaración de inhabilidad”.
- Extracto de la carta

“Es necesario hacer públicos los términos en que se desarrolló el proceso de contratación de la empresa. Es decir, cuántas y cuáles empresas fueron invitadas a cotizar, qué servicios ofrecieron y a qué precio, cuáles fueron los criterios para evaluar las ofertas y cuál es el gasto en que incurrió la universidad para implementar este tipo de acciones en tiempos de restricción presupuestaria”, añadieron.

“Lamentable coincidencia”

Según cuenta el secretario General de la Universidad de Concepción, Marcelo Troncoso, el proceso de búsqueda de una opción para elecciones online comenzó mucho antes de la pandemia. Señala que en 2019, por ejemplo, hubo intentos para desarrollar un soporte técnico propio, pero finalmente la idea fue desestimada por complicaciones.

Ello motivó a que tuvieran conversaciones con la U. Austral para replicar el sistema que ellos ya desarrollaron para sus comicios. Sin embargo, la llegada del coronavirus, sumado a la urgencia que existía por llevar adelante las elecciones en Veterinaria obligaron a contratar una empresa.

Así, cuenta Troncoso, recurrieron a dos opciones: EVoting y ElectionBuddy. Esta última fue desechada rápidamente (pese a que estuvo encargada de renovar los estatutos del Sindicato 2 de la UdeC) al ser de Estados Unidos y no contar con asesoría en terreno, ni en español, dejando en carrera sólo la compañía que finalmente fue contratada.

Lo anterior, sumado a que el Sindicato 3 de la UdeC ya había contratado los servicios de la empresa, con una experiencia positiva, y a la validación de EVoting ante la Dirección del Trabajo para procesos de estas características, terminaron por decantar a la casa de estudios a llegar a un acuerdo para los comicios en cinco decanaturas y 11 de departamentos por un monto total de casi $7 millones.

“No hemos tenidos hasta el momento mayores dificultades (…) El servicio que ha prestado hasta el momento ha sido muy notable”, sostiene Troncoso, quien añade que para los próximos casi 50 procesos se hará una licitación, la que no pudo concretarse en este caso por la premura.

Tal como se señaló, una de las críticas que se le hizo a la decisión de la UdeC por contar con los servicios de EVoting era la relación de parentesco entre la directora de Comunicaciones de la empresa y Jorge Dresdner, quien preside la Dirección de Estudios Estratégicos (DEE), la repartición encargada de la búsqueda.

Al respecto, el secretario General de la UdeC dice que Dresdner se abstuvo de participar del proceso y que la decisión pasó en todo momento por la segunda persona a cargo, la subdirectora del DEE, Paulina Rincón.

“(EVoting) es probablemente una pyme (…) y como coincidencia, a estas alturas no muy feliz, trabajaba ahí la hermana (de Jorge Dresdner) que es encargada de Comunicaciones. Pero no es la dueña ni participa en la sociedad”. comenta.

La preocupación

Uno de los puntos principales expresados por los profesores en la misiva es la inquietud “por el cruce de la información personal de los votantes con sus preferencias reveladas en el voto”.

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“Muchas empresas de votación electrónica han sido cuestionadas por el cruce de la información personal de los votantes con sus preferencias reveladas en el voto. Por más que se establezcan contratos de confidencialidad de la información o, más aún, el establecimiento de protocolos informáticos para evitar un mal uso, se comete el error de confiar a un “black box software” diseñado por una empresa con fines de lucro, la gestión de cruzar nuestros datos y contabilizar nuestros votos”.
- Extracto de la carta

En efecto, consultado los académicos, hicieron énfasis en su preocupación al verse obligados a entregar datos sensibles como el número de serie de sus cédulas de identidad.

“Existe una evidencia consistente de que los mecanismos de interacción electrónicos no aseguran la protección de los datos personales”, afirma Sergio Toro, uno de los profesores firmantes.

En esa línea, sostiene que “en el caso del proceso eleccionario de nuestra universidad, el problema es que los votantes se ven obligados a entregar información que es catalogada como sensible, por ejemplo, el número de serie de carnet, el teléfono, etcétera”.

“Y además se ven obligados a entregar esa información para recién tener el derecho a manifestar sus preferencias. Entonces se genera una tensión entre el derecho a sufragar con el derecho de la privacidad personal”, añade.

“Nos interesa saber si la universidad suscribió un contrato sobre protección de la información sensible de los y las académicas”, cierra.

Así las cosas, a través de la misiva, los docentes solicitaron que las elecciones sean postergadas hasta poder votar de manera presencial. En caso contrario -añadieron- se abstendrán de participar del proceso, pues la empresa “no nos ofrece garantías mínimas de transparencia y seguridad”.

Consultado el secretario General de la UdeC, desestimó esa posibilidad, al argumentar que “está probado por los varios procesos que no hay ningún problema para el desarrollo de estas elecciones y se han desarrollado normalmente”.

“En general las comunidades involucradas están contentas y satisfechas”, cerró el secretario de la UdeC.

La sorpresa de Medicina

La suspicacias por el funcionamiento y la validez del voto electrónico se instalaron también en otras facultades. En Medicina las aguas están agitadas.

El 30 de junio el proceso para elegir un nuevo decano arrojó el triunfo de Mario Valdivia por escasos 7 votos sobre Raúl González. Las dudas no hicieron sino crecer.

Primero, porque los cálculos apuntaban a un supuesto favoritismo de González, y segundo, pues éste fue el proceso con la participación más alta en la historia de la repartición.

“Fue un resultado totalmente inesperado. La diferencia es muy poquita dentro de un universo de 190 votantes”, dijo González a BioBioChile.

La situación no pasaría de ser sólo un hecho anecdótico, a no ser porque -acusa el ahora exdecano- se le negó la lista de quienes participaron de la votación, pese a que el reglamento de la elección contempla que el documento debe entregarse el mismo día del proceso.

De ahí que solicitara al contralor universitario regularizar lo ocurrido y que se le haga llegar el listado.

“Hay algunos temitas que nos están llamando la atención, pero eso lo vamos a investigar cuando tengamos el listado”, añadió al ser consultado por si vio alguna anormalidad al momento de la votación.

“Teniendo eso en mano vamos a chequear algunas cosas que podrían de alguna forma ser irregular, pero no tenemos ninguna constancia de ello”, añade.

Pese a ello, la dificultad por acceder al padrón electoral ha acentuado las dudas y suspicacias. Al respecto, el secretario General de la Universidad de Concepción, explicó que -por reglamento- el listado debe ser entregado a la autoridad en funciones. En este caso, Mario Valdivia, y no a González, aclarando que no está en conocimiento de irregularidades en el proceso.

La votación electrónica, las críticas y la elección en Medicina son temas que marcarán también el Consejo Académico que se espera se realice este jueves.