Los querellantes en el caso “Crudo Iraní” esperan que en la nueva etapa investigativa, el Ministerio Público sea capaz de determinar quién o quienes fueron los altos funcionarios de ENAP que autorizaron y gestionaron la compra del crudo iraní.

Esto, en el marco de la indagatoria que busca establecer responsabilidades por la llegada a costas chilenas de 180 mil metros cúbicos de petróleo iraní, combustible altamente contaminante del tipo iranian heavy.

Lo anterior, habría causado emergencias medioambientales en la regiones del Bío Bío y Valparaíso.

Tras confirmar la justicia las medidas cautelares contra los seis ejecutivos de Enap, con arraigo nacional y firma mensual, la Fiscalía adelantó que ahora comenzará la segunda etapa de la investigación.

Fue la persecutora penquista, Ana María Aldana, quien confirmó que a partir de ahora las diligencias apuntarán a la negociación que involucró la recepción del crudo, causantes de la contaminación en Talcahuano y en el cordón industrial Quintero-Puchuncaví durante el año pasado.

“Ver de dónde venía este producto, cuál fue la forma en que se internó, por qué fue que se encargó y cómo fue que llegó”, son las preguntas que busca responder el Ministerio Público en relación al petróleo iraní.

Ya existen antecedentes sobre las irregularidades que se han conocido al interior de la estatal en los últimos años, las cuales se han traducido en pérdidas millonarias para el Estado, recordó el abogado, Remberto Valdés, quien representa a mil 200 personas afectadas por la emergencia en Valparaíso a fines de agosto de 2018.

Y por eso, agregó el querellante, es necesario que el Ministerio Público investigue la arista sobre el tóxico petróleo, expresando su confianza en que personeros en niveles más altos que el de los cuales ejecutivos formalizados sean también imputados.

Tras la formulación de cargos de la Fiscalía contra los gerentes y jefaturas de las refinerías Bío Bío y Aconcagua, el Juzgado de Garantía de Talcahuano decretó un plazo de 18 meses para concluir la investigación por el llamado caso Crudo Iraní.