La madre del hombre asesinado en Lota en 2016, cuyo cuerpo fue encontrado escondido en un tambor, pidió el presidio perpetuo por el brutal crimen de su hijo. La defensa de los acusados insistió en la falta de pruebas concretas para acreditar su responsabilidad, esperando un veredicto absolutorio.

Con la declaración del exdirector del Servicio Médico Legal, Darío Benavente, quien efectuó un peritaje externo para la defensa de los acusados, el Ministerio Público y la Defensoría terminaron la entrega de su prueba en el juicio por el crimen de Juan Carlos Ramírez.

En la que podría haber sido la penúltima audiencia estuvo presente la madre de la víctima, Margarita Henríquez, quien pidió la máxima pena para los acusados, asegurando que cuando su hijo salió en mayo de 2016 de la casa se dirigió justamente al domicilio de Darwin Carvajal, donde en noviembre del mismo año fue encontrado el cuerpo sin vida de su hijo.

Marcia Soto, a cargo de la defensa de los dos principales imputados, insistió en la falta de antecedentes para probar la responsabilidad de Darwin y Marco Antonio Carvajal en el crimen, subrayando la debilidad de la prueba indiciaria.

Este martes los jueces escucharán los alegatos de clausura, esperándose que el miércoles se entregue el veredicto sobre la inocencia o culpabilidad de los hermanos Darwin, Marco Antonio y José Luis Carvajal, además de Sixto Yánez, para quienes la Fiscalía pide penas de entre 20 años de cárcel y presidio perpetuo por el delito de homicidio calificado.