La mujer de 29 años de edad que fue asesinada a tiros en plena Galería Caracol de Concepción alertó de su tormentoso matrimonio dos años antes de morir a manos de su esposo. Así lo dio a conocer una denuncia por amenazas interpuesta en 2016. Incluso, el hijo del agresor le advirtió a la víctima de la inestabilidad emocional de su padre.
El hecho ocurrió específicamente la tarde de ayer lunes, en la peluquería Bella Imagen, hasta donde llegó Luis Alberto Gutiérrez Salgado, de 68 años, tras beber cuatro tazas de café en Oba Oba, conocida fuente de soda penquista, mismo lugar donde olvidó (o dejó a propósito) un bolso y su chaqueta y cuyas instalaciones colindan con el salón de belleza.
Ya en los pasillos del centro comercial -uno de los más transitados del centro penquista- asesinó a su esposa, disparándole directamente en la cabeza y zona torácica con una pistola Taurus 9 milímetros en dos ocasiones, para luego quitarse la vida.
Sin embargo, Soraya Pamela Sepúlveda Riquelme no fue la única persona que resultó herida, puesto que su colega, Claudia Alejandra Abello Castro, de 39 años, sufrió la fractura de su brazo izquierdo producto de los disparos, debiendo ser trasladada hasta el Hospital Regional de Concepción.
En tanto, una tercera mujer fue derivada hasta el mismo centro asistencial, a raíz del estado de shock que le provocó el fatal episodio, manteniéndose internada -al menos- hasta la noche de ayer lunes.
Alerta
Tal como se mencionó, la víctima -que trabajaba como estilista- alertó de su tormentoso matrimonio con Gutiérrez, al presentar una denuncia por amenazas en 2016. Incluso, asistía a terapia en Penco -donde registraba domicilio-, según informó la seremi de la Mujer y Equidad de Género del Bío Bío, Marissa Barro.
“Ella ya había hecho la denuncia y estaba siendo patrocinada por el Centro de la Mujer por violencia intrafamiliar y de hecho había audiencia este miércoles”, dijo la autoridad la noche de este lunes.
En efecto, para mañana existía agendada una cita en tribunales y, según trascendió, si Gutiérrez no se presentaba -como era la tónica- iba a ordenarse una orden de arresto en su contra.
Ese, sin embargo, no fue el único indicio que podría haber alertado sobre el trágico final que tendría Soraya. De acuerdo a testigos, durante la tarde de ayer se le vio conversando con un joven, el hijo del atacante, quien le habría ido a advertir de lo emocionalmente inestable que estaba su padre.
Lo anterior queda reflejado por lo mencionado por los meseros del Oba Oba a la que acudió el atacante: “El caballero ya estaba nervioso (…) ya estaba quizás planeando lo que iba a hacer”, dijeron en conversación con Radio Bío Bío.
