Dispuestos a despedir a su abuela y madre, la familia de Rosa Gallardo Delgado vivió una inesperada y desconcertante situación, cuando en pleno velorio, personal de salud retiró el cuerpo de la mujer.

Rosa Gallardo de 82 años se encontraba hospitalizada desde fines de mayo en el Hospital San Camilo, ubicado en San Felipe, región de Valparaíso. Durante todo ese periodo, según constató Diario El Trabajo, la familia acusa una serie de negligencias por parte del hospital, principalmente en el diagnóstico tardío que le dieron a Rosa.

Su estadía en el hospital

Según el nieto de la mujer, Francisco Delgado, quien conversó con el medio antes mencionado, ella ingresó al recinto por problemas en su presión arterial. En ese momento, por protocolo el hospital le realizó un test, resultando negativa a covid.

Una médica de la institución le habría confirmado a la familia que Rosa tenía un cáncer terminal ramificado en su cerebro, lo que se habría evidenciado en una mancha visualizada en un escáner que le hicieron. En este contexto, Francisco indicó que le dijeron que lo mejor era desconectar a su abuela, opción que el nieto rechazó.

“Mi abuela estaba con respirador artificial, estaba con riesgo vital y dijo que estaba a la espera de un encefalograma, para verificar si acaso ella tenía algo en la cabeza. Después la doctora de nuevo me especifica que no era cáncer terminal lo que tenía ella en su cerebro, no era la mancha que había arrojado, sino que era un coágulo demasiado grande que tenía en la cabeza y que ese coágulo no podían tratarlo, porque ella ya estaba con medicamento con anticoagulante y por lo tanto no podían darle otro tratamiento para disolver ese coágulo”, explicó Delgado.

Luego de que la familia nuevamente se negara a desconectar a la mujer, ésta fue traslada a distintas unidades de paciente crítico, donde habría logrado despertar, sin embargo, esto cambió al pasar los días.

“No la podíamos visitar, a veces podíamos llamarla, pero era muy complicado, los doctores decían que ella estaba bien, que ya estaba reaccionando, que tenían que sedarla para poder calmarla porque era un poquito alterada, pero que los procedimientos estaban funcionando y todo iba bien hasta el momento, hasta el día lunes 07 de junio”, relató.

Ese día por la noche el hospital llamó al padre de Francisco para notificarle que Rosa habría fallecido por una insuficiencia respiratoria aguda global.

“Le pedí que me explicara con peras y manzanas para poder entender yo qué era eso. Me dijo que podía ser una falla al corazón, podía ser una falla de los pulmones y podía ser cualquier cosa, que específicamente no sabía las causas reales de la muerte”, comentó.

El trágico velorio

Según detalló Francisco, su familia se “encalilló” para comprar el féretro más bonito, con el fin de despedir a su abuela con dignidad, “como se lo merecía”, sin embargo, no pudieron tener la instancia que deseaban.

“Llegamos, nos instalamos con la pompa fúnebre, no habrá pasado una hora más o menos cuando nos llaman del hospital. Llaman a mi cuñado (…) que dejen todo ahí, que no hagan ingresos de ninguna persona, que todos afuera, porque mi abuela había salido positivo de covid-19″.

Afirmó que “nos sacaron de nuestra casa en pleno velatorio, como dejar a un perro botado ahí en la calle y sin tener respuesta de nada más, porque tratábamos de ubicar al hospital, llamar al hospital para que nos dieran alguna respuesta, al Seremi de Salud, quien en ningún momento nos contestó. Ya en la tarde llega la funeraria a buscar a mi abuela, la metieron en un nicho provisional la tarde del martes 08 de junio, y este miércoles nos permitieron sepultarla, pero sin la dignidad que ella se merecía”.

La familia pide que el hospital se disculpe públicamente por el hecho y que además se haga responsable por el daño moral, anímico y psicológico que produjo la situación en ellos, ya que han sido días con “mucha rabia”.

“No tuvimos duelo, no tuvimos duelo como seres humanos ni como familia”, sentenció.

Activación tardía del protocolo

Por su parte, el director del Hospital San Camilo, Ricardo Salazar, lamentó la situación y aprovechó la instancia para ofrecer disculpas públicas a la familia.

A su vez, explicó a BioBioChile que la paciente llegó con una patología de base, siendo atendida, y dadas las condiciones de su ingreso, falleció, precisando que antes de su deceso se le realizó un test PCR para descartar covid.

Lo que pasó, según detalló el director, fue que el resultado del examen llegó después de que la familia retirara el cuerpo, concluyendo en que los familiares se enteraran en pleno velorio del contagio, debiendo activar los protocolos en el momento y terminando en la calle.

“Se tuvo que tomar todas las medidas de informarle a la familia y que ella fuese llevada, de acuerdo a protocolo, para que se cumpliese con su sepultura”, señaló.