Un equipo del Festival Internacional de Cine de Valdivia recuperó el primer pudú del certamen, un galardón que quedó entre los escombros del violento incendio que destruyó el recinto, donde se guardaban los archivos del evento y el café La última Frontera.

Con palas, rastrillos y carretillas, un equipo del Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia, decididamente fue a buscar el Pudú de Bronce a los escombros de la casona donde estaba alojado el café La Última Frontera.

Lo importante de este Pudú de Bronce es inmenso, pues la estatuilla es de la primera versión del Festival Internacional del Cine Valdivia, el cual comenzó en 1994.

El premio estaba guardado en el recinto de madera de más de 100 años, que el sábado se redujo totalmente a escombros por un incendio intencional, que también destruyó el tradicional café La Ultima Frontera.

Con nostalgia y esperanza, pisando los carbones y fierros y tras horas de escarbar, finalmente fue hallado el premio, como lo confirmó el productor general del FIC Valdivia, José Luis Rivas.

Como Jesús a Lázaro: “levántate y anda”. Eso fue lo que significó el hallazgo, según Víctor Flández, asistente de producción.

Para el jefe de producción del Centro Cinematográfico, Rodrigo Durán, este fue el rescate de lo único que quedó.

Para el equipo de producción del FIC Valdivia, el hallazgo del Pudú de Bronce incentiva el trabajo ante todo lo perdido, entre registros fílmicos, equipos o los primeros afiches del Festival Internacional de Cine Valdivia.

Por ahora evalúan si la estatuilla será restaurada o no. De momento, según indicaron, estaría quedando como fue encontrada: un pudú gris oscuro, intacto en su forma y en lo que inspira como el premio máximo del certamen.