Son tres variedades de papas mejoradas genéticamente. El objetivo es adaptarse a altas temperaturas y sequías. Este proyecto comenzó a ejecutarse en 2018.

Científicos de la Universidad Austral desarrollaron variedades de papas de colores adaptadas al cambio climático únicas en Chile, producidas en tres regiones del país y en trámite de inscripción definitiva en los registros del Servicio Agrícola y Ganadero.

Tras los perjuicios del cambio climático en la agricultura en el sur del país, en 2018 comenzó a ejecutarse el proyecto “Evaluación de líneas mejoradas de papas nativas (patrimonio fitogenético nacional) adaptadas a nuevas condiciones de estrés hídrico y térmico con una mayor valorización comercial del producto.

Son tres variedades de papas de colores las que fueron mejoradas genéticamente para adaptarse a altas temperaturas y sequía, proyecto ejecutado en las regiones de Los Ríos, Los Lagos y la Araucanía, por el Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la UACh, con apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA.

Con un aporte nutricional en antioxidantes a la dieta de la población, sumado a que en lo agronómico, se cuenta con material vegetal libre de virus y con su inscripción provisoria en el registro de variedades aptas para certificación del SAG.

agrarias.uach.cl

Papas únicas en Chile

Son únicas en Chile según la directora del proyecto, Carolina Lizana, decana subrogante de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh.

La también doctora en Ciencias Agrarias afirmó que en el país en general no existen variedades de pulpas de colores que se produzcan bajo un sistema de certificación y así los productores puedan acceder a semillas de calidad, esperando que el SAG prontamente pueda inscribirlas en los registros definitivos.

En el proyecto, de las nuevas variedades desarrolladas, una es ovalada color beage; otra, alargada piel rosa–violeta y también ovalada, roja oscura. Todas resistentes al lavado y golpes al ser almacenada al frío y bodega.

Según la ODEPA, la papa es uno de los alimentos base a nivel mundial, ocupando en Chile el cuarto lugar en materia de cultivos, los que deben adaptarse al cambio climático.