El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), inició la instalación de “confusores sexuales”, para el control de la polilla del racimo de la vid, para así evitar el avance de la plaga hacia el sur del país.

Se trata de la “Lobesia Botrana”, una polilla que ataca principalmente a la uva ya sea en parronales y viñedos, y a frutos como arándanos y ciruelas, provocando su destrucción por efecto de las larvas del insecto y la generación de pudriciones; además, de la pérdida casi total en los parronales caseros sin control de la plaga.

Eduardo Monreal, director regional del SAG, sostuvo que durante septiembre se llevará a cabo la instalación de estos dispositivos en el radio urbano de la ciudad de Osorno, cubriendo una superficie de 70 hectáreas.

El objetivo de esta técnica es crear confusión en las polillas, ya que estos dispositivos generan una nube de feromonas de atracción para la especie que cubre grandes superficies dentro de la ciudad.

Con ello, se hace poco probable el encuentro entre polillas para aparearse, evitándose de esta manera un posible establecimiento y luego dispersión de la plaga hacia huertos frutales.

Si bien la presencia de viñedos está en menor proporción en la zona, existe un notorio aumento de la superficie de arándanos que supera las mil hectáreas y que son expuestas al daño de la polilla y por ello se enfatiza en su control, asumiendo además las restricciones que asumen algunos países a la exportación de frutales.