A poco más de un mes de ocurrido, aún no hay avances en la investigación por el millonario robo que afectó a la Escuela Licarayen de Puerto Montt.

Comenzaba el estado de excepción por la pandemia y durante el toque de queda ocurrió el delito que quedó al descubierto con la llegada de los primeros trabajadores al recinto educacional.

Durante la comisión del delito, había militares en las calles, funcionarios policiales, uniformados y de civil.

Marcelo Maldonado, fiscal jefe de Puerto Montt, dijo que les preocupa que se hayan burlado los dispositivos generados para evitar la vulneración del toque de queda.

Por su parte, Jaime Uribe, director de la Escuela Licarayen, dijo que los delincuentes se llevaron todos los elementos tecnológicos del establecimiento.

Computadores de escritorio, notebooks, un data, cámaras de vídeo, impresoras y los insumos de un laboratorio completo de inglés, todo avaluado en más de 50 millones de pesos, que hasta la fecha no han sido recuperados, pese a las diligencias que se han realizado, como algunos allanamientos que han terminado sin resultados.