Durante los últimos días se dieron a conocer las inaceptables condiciones en las que 300 niños tenían que estudiar en una escuela de Frutillar, llegando a que dentro de los útiles escolares se encuentre llevar una frazada para poder soportar el frío en las jornadas de clases.

Por esto se evalúan alternativas para que los niños de la Escuela Arturo Alessandri Palma, puedan terminar el año escolar, ya que es imposible que continúen en el recinto que no cuenta con calefacción ni con las condiciones para que los matriculados puedan estudiar.

El frío, piso con tablas podridas y hoyos, estufas inutilizables, un fuerte olor a humedad, salas inhabilitadas, fueron parte del diario de los menores.

Actualmente, la posibilidad de retornar a la escuela no es una opción para los padres de los alumnos, por esta razón la escuela se encuentra paralizada indefinidamente.

La gobernadora de Llanquihue, Leticia Oyarce, reconoció el mal estado de la escuela y aseguró que “la escuela tiene 97 años de vida y nunca ha tenido ninguna mejora en cuanto a su infraestructura”.

Por el momento se desconoce como los menores terminarán este primer semestre escolar, mientras que para el segundo, les habían ofrecido continuar su educación en una escuela provisoria hecha de containers.

Por su parte, Javier Arismendi, concejal de la zona declaró que a sus hijos, sin lugar a dudas no los matricularía en la escuela de Frutillar.