Se conformó la mesa regional de recuperación del río Rahue en Cancura, con el fin de analizar los efectos de la extracción de áridos y determinar si es posible que tal rubro se desarrolle junto a otros de proyección e interés comunitario, como el turismo.

Hasta la localidad situada a 22 kilómetros hacia el oriente de Osorno se trasladó un equipo de representantes de Gobierno Regional, encabezada por el intendente Harry Jürgensen y el seremi de Medio Ambiente, Klaus Kossiel, así como por representantes sociales de Cancura.

Allí subieron a cinco botes pertenecientes a la Asociación de Pesca del sector y recorrieron el Rahue hasta Pichil. El intendente vio en terreno la explotación de áridos, confirmando sus efectos en el cauce en un segmento que llega algunos kilómetros más abajo del derrumbado puente Cancura.

Según su diagnóstico, es positivo que posteriormente el río recupere su estado, sobre todo en el lecho del río y la vegetación de la orilla. Por lo tanto, el objetivo estará en el puente Cancura y los efectos visibles de la intervención del cauce.

Una de las preguntas que se busca dilucidar es saber si es conveniente que el turismo y extracción de áridos puedan coexistir.

Y es que para los vecinos de Cancura, los efectos de la histórica e intensiva extracción de material pétreo es el causante de una serie de alteraciones medioambientales.

Rafael Alvarado, presidente del comité medioambiental del sector, expuso que esta situación está provocando además un daño en el paisaje, con todo lo que significa para la flora y fauna.

El dirigente reveló que ya se había advertido años atrás de que el puente se caería, algo que fue incluso comunicado al Parlamento.

Respecto a la búsqueda de responsabilidades, el intendente Jürgensen aseguró que una vez encontradas se comunicarán, sobre todo las que se realizan administrativamente.