Invariable se mantiene el escenario al interior del hospital San José de Osorno, en el segundo día de movilización de un sector de los funcionarios que piden la intervención de la dirección del recinto como del servicio de salud, para revertir una serie de episodios que identifican como maltrato laboral.

Si bien no establecieron grado de adhesión, sí confirmaron que debido a la acción gremial reflejada en la movilización hubo mermas en la operatividad de varias unidades, especialmente en las denominadas sensibles, como abastecimiento donde se realizó un trabajo con el mínimo de personal apoyado por el servicio de salud a fin de mantener el sistema de adquisiciones, lo que resulta gravitante en el funcionamiento del recinto de la avenida Guillermo Bhüler.

Cesar Fernández, presidente de la Fenats unitaria, sostuvo que existen unidades del hospital que se vieron afectadas por la merma en la asistencia de los funcionarios, argumentando que los planes de contingencia deben correr por cuenta de la dirección, especialmente cuando existe la disposición al dialogo, agregó.

Graciela Mutizabal, directora del recinto hospitalario, indicó que pese a la contingencia que supone la acción de protesta se ha buscado la manera de mantener las atenciones.

En materia de conflicto, la directora del hospital San Jose sostuvo que se busca acerca posiciones en un conflicto que – a su juicio – ya tiene propuestas planteadas desde la plana directiva, más aún cuando existe una unidad destinada a revisar materias inherentes al clima laboral.

Por ahora, los funcionarios movilizados, mantienen reuniones permanentes aguardando ser llamados a un encuentro conjunto que zanje las diferencias que por ahora mantienen una movilización por 72 horas y que concluye mañana, eso sí, con la posibilidad de transformarse – según sus convocantes en una paralización indefinida.