Una inquietante realidad azota a los docentes y a la comunidad educativa en nuestro país: la violencia verbal y física se ha convertido en un grave problema en las aulas. Esta problemática se ha hecho más evidente con el regreso a la enseñanza presencial tras la pandemia.

Según el informe de la Superintendencia de Educación, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023, la región de Coquimbo registró un total de 22 denuncias de maltrato hacia miembros de las comunidades educativas, que incluyen a docentes, educadores, madres, padres y/o apoderados.

Del total de denuncias presentadas, seis corresponden a maltrato de estudiantes contra personal del establecimiento, entre ellos, docentes, educadores y otros. En paralelo, cinco denuncias apuntan al maltrato proveniente de padres, madres y/o apoderados, hacia algún miembro del personal educativo.

El profesor Cristofer Brito, vocero del colegio de profesores comunal de Illapel, explicó que “creemos que puede ser efecto de pandemia. Aunque existen normativas y reglamentos internos que rigen la relación entre estudiantes y profesores, el confinamiento provocó una sobreprotección hacia los niños por parte de los padres, desafiando incluso la autoridad de la escuela”, comenta.

El docente afirmó que “durante la pandemia, muchos de estos niños asumieron roles de mayor autonomía, cuidando de hermanos o trabajando para ayudar a sus familias en tiempos económicos difíciles. Esto influyó en la pérdida de la noción de autoridad, especialmente en lo que respecta a los reglamentos internos de las escuelas”, indica.

Amenazas

Según Cristofer Brito “hemos tenido denuncias de apoderados que han ingresado a los establecimientos y han ido a encarar a los profesores en su sala, diciendo cosas como, te voy a pillar en la calle, te voy a pegar, te voy a romper el auto, yo sé cuál es tu auto”.

En cuanto a cómo se aborda este tipo de situaciones, el docente explica que, “comúnmente acá en Illapel, se realiza un trabajo interno mediante equipos de convivencia escolar, luego esa información se sube a los departamentos de educación, como los equipos DAEM, y luego existen ya autoridades superiores”.

“Normalmente, lo que hace el docente o el funcionario, es hacer una denuncia en carabineros o PDI, en este caso por amenazas y ahí se realiza una investigación respecto a los tratos y a las amenazas, porque hay algunas que en realidad son bastante graves”, añade.

Situación de indefensión

Daniel Aguilera, presidente del Colegio de Profesores de La Serena, explicó que muchas de las agresiones a docentes, quedan registradas en la Asociación Chilena de Seguridad, (ACHS) como accidentes laborales.

“Yo creo que, ante la violencia escolar, los profesores estamos desprotegidos, la norma hoy no protege realmente a los docentes en las condiciones que trabaja. Ahora yo siempre hago la diferencia, no es lo mismo la violencia ejercida por un estudiante menor de edad, que a lo mejor está vulnerado en sus derechos, que una violencia ejercida por un adulto”, asegura el docente.

“Si te agrede un estudiante, existen protocolos en los colegios para abordar este tema, pero si la agresión o amenaza viene de un adulto, entonces las denuncias se deben realizar en las policías, porque es un delito”, añade.

El presidente del gremio en La Serena, explicó que esto estuvo incluido en el petitorio que se le entregó al Ministerio de Educación durante la última movilización del gremio, donde se solicitaban garantías de seguridad para los profesores frente a situaciones de violencia.

Apoyo en convivencia escolar

La seremi de Educación, Cecilia Ramírez Chávez, informó que en 2022 se llevaron a cabo 14 Talleres de formación en convivencia escolar y salud mental en la región, en colaboración con el Departamento de Psicología de la Universidad de La Serena. Talleres cuyo foco fue la “Salud Mental y Autocuidado Psicológico” y “Convivencia Escolar y Bienestar Socioemocional”, donde participaron 574 profesores, personal de apoyo educativo y directivos de 195 escuelas en las zonas de Elqui, Limarí y Choapa.

En tanto, el programa “A convivir se aprende”, que fortalece las habilidades para la gestión de la convivencia en la región, se implementó en las comunas de Andacollo, Canela, Ovalle y Monte Patria, llegando a 19,994 estudiantes de 82 centros educacionales. En 2023, se expandió a 7 comunas adicionales, que incluyen Coquimbo, Punitaqui y Los Vilos, las cuales representan el 52% de la matrícula de la región.