El informe para determinar su causa de muerte fue derivado a la sede de la Región Metropolitana del Servicio Médico Legal y no se tienen detalles ni conclusiones.

El 16 de septiembre fue el último día que se vio con vida a Tom Marsh (61), el astrónomo inglés en los terrenos de La Silla, dependiente del observatorio europeo ESO, acompañado de un estudiante de la Universidad de Warwick para guiar una tesis sobre una supernova.

Por más de 55 días fue intensamente buscado en los alrededores del centro científico por equipos de Carabineros, PDI, el Ejército y Bomberos.

Pasado 3 meses de este hecho y luego de encontrado su cuerpo, el pasado 10 de noviembre, aún no hay informes que entreguen certezas respecto a las causas de su muerte y conocer los hechos que terminaron con la vida de este destacado astrónomo.

Según los datos recabados, Marsh llegó a Chile el 14 de septiembre y subió de inmediato hacia el telescopio, ya que contaba solo con cuatro noches de observación (Del 16 al 20 de septiembre) en el New Technology Telescope para realizar sus investigaciones.

Sin embargo, dos días después se le perdió el rastro.

Durante casi dos meses, en el área correspondiente a los terrenos del observatorio, se realizó una “búsqueda de una persona viva”, señalaba el fiscal regional, Adrián Vega, a cargo del caso, porque, a juicio del persecutor, no existían indicios que hicieran sospechar su muerte.

Muerte de Tom Marsh continúa en el misterio

Desde el Ministerio Público, junto a PDI, se realizaron diversas pericias que incluyeron la declaración del compañero de viaje de Marsh, un estudiante de la Universidad de donde el astrónomo impartía clases.

Según el joven, estuvieron todo el 15 de septiembre juntos, pero cerca de las 19:00 horas, cuando cenaban, discutieron y Tom Marsh presentó una actitud extraña.

“Me dijo algo súper extraño para mí manifestándome a viva voz, ‘no estoy contento con lo que tú haces, no tienes ningún interés por la astronomía, la física o la ciencia, eso me molesta, fue al azar, continuamos mañana’. Todo eso me lo dijo llorando Thomas, encerrándose Thomas en su dormitorio, ante tal situación yo quedé sorprendido terriblemente”, señalaba en su declaración.

Ya en las primeras semanas de noviembre, la búsqueda se concentró en un terreno de mil metros cuadrados, que presentan refugios naturales y de senderistas, identificados como “sitios de interés” de los investigadores.

En esa fecha ya se encontraban en Chile la esposa e hijos del científico, que seguían las labores de los especialistas de las distintas instituciones, según publica El Día.

Finalmente, el jueves 10 de noviembre, el GOPE de Carabineros encontró el cuerpo de Thomas Marsh en un lugar de difícil acceso, con cerros y con quebradas, a más de 1.700 metros de altura. Su cuerpo estaba de costado y con su torso desnudo y a solo cinco kilómetros del observatorio.

Hasta ahora, se conoce que los análisis del cuerpo del científico fueron derivados a la sede de la región Metropolitana del Servicio Médico Legal y se está a la espera de contar con el informe que entregue certezas de las causas de muerte de Thomas Marsh.