Las burlas y comentarios despectivos han llevado a la estudiante a manifestar problemas de salud y un daño a su autoestima. La madre de la menor indicó que desde la Unidad de Convivencia Escolar y la dirección del colegio, no han implementado las medidas suficientes para detener el acoso.

Sandra, madre de una pequeña estudiante de transición menor en la Escuela E-87 Las Rocas de Antofagasta, expuso ante las autoridades escolares el constante acoso que su hija recibe por parte de una de sus compañeras.

Sin embargo, la apoderada denunció que el colegio solo ha citado a los padres involucrados, quienes terminaron la reunión en carcajadas, por lo que el maltrato hacia su hija no ha cesado.

Cuando Sandra notó que su hija presentaba regularmente problemas de hinchazón estomacal, acudió a control médico para recibir un diagnóstico y tratamiento. Por consiguiente, el profesional de la salud le indicó a la madre que esto se debía a un cuadro nervioso, que se viene dando desde que la pequeña ingresó en abril a la Escuela E-87. Debido a esto, la apoderada decidió consultar a su hija si es que tiene problemas en su colegio y ahí es cuando “la olla se destapó”.

“Cara de china, negra fea y cochina” son algunas de las palabras que Sandra, con voz quebrada, mencionó cuando habló sobre la forma en que se refieren a su hija despectivamente. A su vez, la preocupada madre señaló que durante una semana su pequeña no comió su colación, ya que la misma niña que la trata de esa manera, le quita su comida.

Madre denuncia bullying hacia su hija en escuela de Antofagasta

Esto motivó a Sandra a conversar con la educadora y la tía auxiliar, para buscar un modo de detener el bullying. Si bien la apoderada aseguró que el problema no es con la educadora a cargo, evidenció que la tía auxiliar en reiteradas ocasiones no dejaba hablar a la menor cuando ella quería contar sobre el acoso del cual es víctima. “¿Cierto que estuviste bien hoy? No hubo ningún problema, esas son cosas de tu cabeza”, comentaba la tía de apoyo interrumpiendo a la menor, según contó Sandra.

Como solo encontró respuesta en la educadora, quien concordó que no es posible que la menor reciba estos tratos, la madre decidió acudir a Inspectoría, que hizo registro de lo informado y junto a la Unidad de Convivencia Escolar, citaron a los apoderados involucrados de la infante que tiende a realizar esos tratos, para llegar a una solución. No obstante, Sandra afirmó que al salir de la reunión, vio a los apoderados a carcajadas, como “si se estuvieran burlando”.

“Yo sé que la niña no tiene la culpa de actuar así y molestar a mi hija, porque son cosas que aprende en la casa. Yo no sé qué se habrá conversado en esa reunión, pero ellos salieron riéndose, como si no les hubiesen dicho nada”, sentenció la apoderada. De igual manera, Sandra intentó comunicarse con la directora y también la subrogante, aunque acusó que nunca tenían tiempo para dialogar sobre los protocolos de convivencia escolar y que en variadas oportunidades le dijeron que no se encontraban en la escuela, aunque la misma apoderada veía pasar a las funcionarias minutos más tarde en el lugar.

Ahora, Sandra no sabe qué más hacer con su hija, pues llora en las mañanas por miedo a ir a la escuela. El estrés de la situación le generó un cuadro nervioso y su autoestima está siendo enormemente dañino. “Hace poco vi a mi hija llena de una crema blanca que yo tengo, le pregunté por qué había hecho eso y me dijo que ella estaba aburrida de su color de piel, porque la molestaban mucho”, mencionó la acongojada madre.

Protocolos de convivencia

A pesar de eso, Sandra ha trabajado en reforzar la seguridad emocional de su hija, recordándole lo hermosa y brillante que es, como también exige que las autoridades escolares hagan uso real de los protocolos de convivencia. “La niña que molesta a mi hija y mi pequeña, necesitan de atención psicológica entregada por el colegio, aunque ahora siento desconfianza hacia la escuela. Como familia estamos muy afectados”, denunció.

Asimismo, la apoderada mencionó que se ha comunicado con la Corporación Municipal de Desarrollo Social para solucionar esta problemática, pero desde la CMDS indicaron que no pueden hacer nada. En este contexto, Sandra también se comunicó con el alcalde Jonathan Velázquez y aunque expresó que el edil contestó a su llamado y le pidió datos sobre la situación, este dejó de responderle y la solicitud quedó en nada.

El Diario de Antofagasta se contactó con la Escuela E-87 Las Rocas, para consultar sobre los protocolos de convivencia escolar y también para saber la versión del establecimiento educacional. Sin embargo, y a pesar de las insistencias, el colegio indicó que no están autorizados a entregar información, por lo que no emitieron declaraciones.