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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El sacerdote Felipe Berríos emitió una declaración pública donde aborda la decisión del Vaticano de revocar todas las sanciones en su contra y anular su expulsión de la Compañía de Jesús. Berríos denuncia un "estigma devastador" y acusa haber sido objeto de una "persecución implacable" durante más de tres años.

Este miércoles, el sacerdote Felipe Berríos emitió una declaración pública en la que abordó por primera vez la decisión del Vaticano de dejar sin efecto todas las sanciones en su contra y revocar su expulsión de la Compañía de Jesús.

Esto ocurre, además, después del sobreseimiento definitivo dictado por la justicia a su favor respecto de los cargos de abuso sexual que enfrentaba.

En el texto, el religioso acusa haber sufrido durante más de tres años un “estigma devastador”, asegura que fue objeto de una “persecución implacable” y afirma que la resolución del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) “lo libera de toda responsabilidad” respecto de las denuncias.

“Llevo más de 3 años cargando con el estigma de haber cometido delitos de connotación sexual que nunca cometí”, aseguró el sacerdote.

Felipe Berríos acusa persecución, pero afirma: “La verdad me ha hecho libre”

El comunicado de Felipe Berríos surge un día después de que la Compañía de Jesús en Chile confirmara que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe anuló la prohibición de ejercicio del ministerio sacerdotal y el decreto de expulsión dictado en abril de 2022.

Junto con eso, la semana pasada la Corte de Apelaciones de Santiago lo sobreseyó definitivamente de los cargos por abuso sexual que enfrentaba. El religioso recordó que él mismo se autodenunció ante la justicia chilena para ser investigado.

Ahora, en paralelo, el organismo del Vaticano concluyó que no existía “una suficiente certeza moral sobre la comisión de los delitos denunciados”, acogiendo así la apelación presentada por el sacerdote.

“Llevo más de tres años siendo atacado sin piedad por la Fundación para la Confianza y sin misericordia por la propia Compañía de Jesús (…) Hoy, tras vivir un proceso de profundo dolor, de soledad, de reflexión, de humilde trabajo pastoral en La Chimba y de oración, la verdad me ha hecho libre”, señaló Berríos, recalcando que el proceso eclesiástico y la difusión pública de las denuncias le causaron un daño profundo.

Duro reproche a la Compañía de Jesús

Una de las partes más tensas del documento apunta directamente a la congregación a la que perteneció durante décadas. El sacerdote asegura que, incluso tras la decisión del Vaticano, la Compañía de Jesús “persiste en sancionarlo por cualquier vía”, acusándolo de haber incumplido su voto de obediencia por defenderse.

Finalmente, Felipe Berríos hizo un llamado a que los delitos sexuales se investiguen siempre con rigor y sin farandulización, advirtiendo que en su caso, según afirmó, predominó el prejuzgamiento y la obcecación.

La resolución del Vaticano reconfigura un caso que marcó la agenda eclesial desde 2022. Ahora, con el decreto del DDF, Felipe Berríos queda formalmente rehabilitado para ejercer el sacerdocio.

“Como hombre de fe, seguiré guiando mi vida bajo los principios de Jesús al modo de San Ignacio de Loyola, el padre Arrupe y San Alberto Hurtado y continuaré poniendo en práctica su palabra ahí donde me necesiten”, cerró.

Mira aquí de la declaración de Felipe Berríos: