Un informe de la Contraloría General de la República reveló serias irregularidades en la ejecución del Programa de Útiles Escolares 2024, a cargo de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).
Según señaló el organismo fiscalizador en una nota publicada en su sitio web, se detectó un retraso de cinco meses en la entrega de los kits escolares, los cuales solo habían sido distribuidos en un 34% al 6 de septiembre, quedando pendientes más de un millón de unidades (1.425.852).
La entrega, que debía haberse iniciado con el inicio del año escolar en marzo, comenzó recién el 26 de julio. El programa tenía como objetivo beneficiar a más de 2,6 millones de estudiantes de colegios públicos y del 40% más vulnerable de particulares subvencionados con gratuidad.
Según la Investigación Especial N° 637/24, el retraso fue provocado por una fallida primera licitación, declarada desierta luego de que el único oferente no cumpliera con una exigencia formal: entregar lápices de forma hexagonal, condición excluyente pero sin justificación técnica.
En la segunda licitación, la Junaeb modificó los criterios, permitiendo ambas formas de lápices, pero el tiempo perdido impactó gravemente en la logística de distribución de los útiles escolares, según destaca Contraloría.
Además del retraso, el organismo que dirige Dorothy Pérez advirtió que los kits entregados no cubrían adecuadamente los requerimientos del currículum escolar y que la empresa contratada para su distribución no contaba con flota propia ni con el giro comercial necesario para la tarea, evidenciando una deficiente planificación institucional.
Frente a estas irregularidades, la Contraloría anunció el inicio de un sumario administrativo para determinar las responsabilidades dentro de Junaeb por la mala ejecución del programa.
Tras la publicación de esta nota, desde Junaeb indicaron a BioBioChile que el informe de Contraloría revisó hasta septiembre de 2024, aseverando que los 1,4 millones de útiles escolares pendientes se terminaron de entregar en octubre de 2024, es decir, 7 meses después del inicio del año escolar.
A través de una declaración pública, el organismo señaló que incorporó las observaciones de la Contraloría en su auditoría correspondiente al año 2024, proceso que —según el ente fiscalizador— fue completado en su totalidad.
Asimismo, señalan que la distribución de útiles escolares para el proceso 2025 concluyó exitosamente en abril, con más de 25 millones de artículos entregados. Como parte de las mejoras adoptadas, se reforzó el control de plazos y se aprobó un informe técnico que define las características exigidas para los productos.
Asimismo, indican en su declaración que, de forma anticipada, ya se ingresaron a Contraloría las bases de licitación del programa para el periodo 2026-2027, con el fin de garantizar -según dicen- la misma eficiencia lograda en 2025.
“Es necesario recordar que este es un beneficio que actúa como un apoyo complementario a las familias de los estudiantes y no está diseñado para cubrir todas las necesidades de un año escolar completo”, resaltan.
Por último, junto con confirmar que el retraso en 2024 se debió a una licitación que se declaró desierta por incumplimientos técnicos, valoró el rol fiscalizador de la Contraloría para fortalecer sus procesos.