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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El proyecto INNA, un ambicioso complejo industrial de hidrógeno verde en Antofagasta impulsado por AES Andes, ha generado preocupación entre expertos debido a su posible impacto en la astronomía y el ecosistema local. Con una inversión millonaria y actualmente en evaluación ambiental, la iniciativa ha despertado críticas por su cercanía al Observatorio Paranal, amenazando la investigación científica en la región. La astrónoma Teresa Paneque y el astrofísico Reinhard Genzel han planteado la posibilidad de reubicar el proyecto para evitar interferencias. Mientras tanto, Gonzalo Lemus denuncia presuntas presiones para evitar el cierre anticipado del proceso de evaluación. La decisión final, programada para junio, determinará el futuro del proyecto y la conclusión de las negociaciones entre la empresa y la comunidad científica.

El proyecto INNA, un complejo industrial de hidrógeno verde en Antofagasta, genera inquietud entre expertos, quienes alertan sobre su impacto en la astronomía y el ecosistema en el sector.

La iniciativa, impulsado por la empresa AES Andes y presentado en diciembre de 2024, busca desarrollar un gran complejo industrial en Taltal, Antofagasta, destinado a la producción de hidrógeno y amoníaco verde.

Con una inversión estimada de hasta 10 mil millones de dólares, actualmente se encuentra en evaluación ambiental y en una fase de participación ciudadana que culmina en abril. Sin embargo, el emplazamiento del proyecto ha generado inquietud en distintos sectores, incluyendo la comunidad astronómica.

La astrónoma y divulgadora científica, Teresa Paneque, ha alertado sobre la cercanía del proyecto con el Observatorio Paranal, uno de los puntos más importantes para la astronomía global.

Por ello, sostiene que el aumento en la contaminación lumínica podría comprometer las investigaciones científicas en la zona.

El astrofísico alemán y premio Nobel Reinhard Genzel, durante su visita a la Universidad de Chile para recibir la Medalla Rectoral de manos de la rectora Rosa Devés, propuso abrir un diálogo con la empresa para analizar la posibilidad de trasladar el proyecto a otra ubicación dentro del desierto.

Por su parte, Gonzalo Lemus, activista ambiental de Tal Tal, acusó que la directora ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental, Valentina Durán, evitó sugerir su cierre anticipado al director regional (s), Tomás Ballesteros, por temor a afectar su posición laboral.

El destino del proyecto INNA sigue en suspenso, mientras se espera que la empresa y la comunidad científica encuentren un consenso. La resolución del Servicio de Evaluación Ambiental, prevista para el 19 de junio, será un punto clave para determinar su continuidad o posible modificación.