"De la DC al PC", ese fue el acuerdo oficialista como estrategia para las próximas elecciones municipales y regionales. Mientras algunos argumentan que se intenta revertir el avance de la derecha ultra conservadora, otros debaten la opción de que la falange se sume al Gobierno, transformándose en una "Nueva Mayoría 2.0".

Desde el Partido Comunista (PC) hasta la Democracia Cristiana (DC). Esa fue la estrategia que decidió el oficialismo para enfrentar las elecciones de carácter uninominal del próximo año: alcaldías y gobiernos regionales.

Tras la reunión en Esmeralda 759, la colectividad anunció el pacto electoral “con la mayor unidad del progresismo” y “con quienes compartimos los objetivos de nuestra Alianza de Gobierno”.

En la Democracia Cristiana, pese a que reconocen que las conversaciones con el Socialismo Democrático iniciaron hace dos meses, destacan que la decisión en la falange no fue tomada institucionalmente.

Aún así, hay consenso desde comunistas a democratacristianos al calificar la decisión como una señal alentadora para el progresismo que, dicen, busca converger en una plataforma común para construir mayorías.

Lo anterior, complementó el diputado y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch, “debe incluir también a movimientos sociales y partidos que se han ido configurando y legalizando durante el último tiempo dentro de la izquierda”.

La búsqueda de revertir la reciente derrota electoral y “el lío” de los independientes

Para el analista electoral Pepe Auth, el acuerdo era previsible y “la DC estaba solicitándolo” porque en este tipo de elecciones si no generas grandes acuerdos, “puedes perder la alcaldía o la gobernación”.

Algo similar a lo que pasó en mayo cuando, recordemos, la lista “Todo por Chile” (entre el Partido Radical, PPD y DC) fue derrotada y no obtuvo escaños en el Consejo Constitucional.

En este caso, advirtió Auth, no será fácil porque “muchos candidatos son independientes y, por lo tanto, no se van a someter a una negociación (…) ese acuerdo va a ser eficaz si se someten a primarias legales”.

De lo contrario, dijo, se repetirá además el escenario de las elecciones de 2021: más de 500 candidatos independientes, fuera de pacto, instancia en la que la ciudadanía se inclinó por más de 100 a lo largo del país.

“En las elecciones uninominales, donde tú eliges un solo cargo, si no vas con la más amplia unidad, corres el riesgo de perder (…) visualizo una negociación compleja, tanto en oficialismo como oposición”, reiteró.

Agregando que “ambos casos debieran hacer uso de las primarias legales, solo eso podrá reducir la fragmentación de candidaturas independientes que pueden, por supuesto, alterar el resultado”.

“El efecto político de hacer un pacto electoral es evidente porque la Democracia Cristiana estará presionada a actuar políticamente en acuerdo con el resto de las fuerzas políticas. No va a ser simple, no va a ser sin costo”, sostuvo.

La estrategia para frenar el avance del adversario en común

Desde el Partido Comunista, el diputado Luis Cuello aseguró a BioBioChile que la transversalidad y unidad electoral responde además a la “necesidad de contener el avance de la extrema derecha que ha tenido progresos”.

Algo que fue compartido por representantes de la Democracia Cristiana. En esa línea, el diputado Eric Aedo (DC) dijo que incluso la propia derecha y centroderecha ha sido “avasallada por el Partido Republicano y sus ideas”.

A esa reflexión se sumó el senador -también DC- Iván Flores. En caso que no exista un acuerdo electoral, dijo, “le estamos dando el espacio a que la derecha dura siga creciendo, particularmente Republicanos”.

“Es una buena medida para no solamente frenar ese avance, sino que para poder actuar en consecuencia con lo que nos hemos comprometido con la comunidad nacional”, agregó.

Por el contrario, según el análisis de Pepe Auth, esta era una decisión “obvia” y “previsible” desde mucho antes que conociéramos los resultados del triunfo electoral del partido ultra conversador.

Además, recordando que la falange es quien tiene un mayor número de alcaldías actualmente, el también sociólogo precisó que “su tamaño político hoy no es el mismo que le permitió elegir ese número”.

“Por lo tanto, para la DC será indispensable ser parte de una alianza amplia, pero por supuesto para el oficialismo también (…) el acuerdo puede perder mucha fuerza si optan por la negociación de cupos”, reiteró.

Lo anterior, explicó, porque podrían “inscribirse muchísimos candidatos independientes del mundo de izquierda o de centroizquierda si es que no hacen primarias”, lo que va en sentido contrario a ir en una sola lista.

“Nueva Mayoría 2.0”: La opinión del oficialismo

Tras conocer la iniciativa oficialista hay voces, como la del diputado Raúl Soto, que abordaron un posible ingreso de la Democracia Cristiana a la administración del presidente Gabriel Boric.

Así, en conversación con Radio Pauta, el militante PPD comentó que con un posible ingreso de la DC se podría dar “una especie de Nueva Mayoría 2.0”, agregando que el Gobierno debe apostar por una dirección “menos ideologizada”.

De esta manera, dos viejos conocidos podrían volver a encontrarse: El Partido Comunista y la Democracia Cristiana. Cabe recordar que, desde el retorno a la democracia, el único registro de pacto entre ambos fue durante el último mandato de la expresidenta Michelle Bachelet.

Sobre esto, el diputado Tomás Hirsch, descartó que en el reciente cónclave se haya conversado de definiciones en términos de oficialismo.

Desde el Frente Amplio, el presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez dijo “nosotros (oficialismo) hemos hecho bastantes invitaciones en la reforma previsional, tributaria, en Ley de Presupuesto”.

“Ellos han declarado que están a favor de nuestras iniciativas, pero será un debate propio de ellos y que ellos mismos tienen que definir”, complementó.

En tanto, el diputado Cuello (PC) destacó la buena relación con la DC pero, en estos momentos, “sobre otras configuraciones políticas que tengan que ver con el gobierno, hoy no lo veo en la agenda”.

“Las cosas no hay que forzarlas (…) yo más bien me concentraría en que ese ese futuro acuerdo electoral sea exitoso en términos de asegurar administraciones comunales y regionales”, expresó.

¿La falange al Gobierno? La diferencia en la Democracia Cristiana

Consultados por la opción de que la Democracia Cristiana se sume a las fuerzas oficialistas, el diputado Eric Aedo manifestó que “le haría bien al Gobierno y al propio país”.

Principalmente, detalló, para colaborar con el Ejecutivo en materias como gestión económica, ámbito de salud y también desarrollo económico porque “el Gobierno no ha tomado el real sentido”.

“La justicia social tiene que ir acompañada de desarrollo económico en el país, de desarrollo productivo, de inversión y en eso creo que el Gobierno ha estado al debe. Sin duda la DC puede ser un aporte”.

Desde el Senado, Iván Flores (DC) descartó la posibilidad y es tajante al hablar del “pololeo”. “Ya pasó el tiempo y la posibilidad de que el Gobierno invite a la DC y que se acepte la invitación”.

“Después de casi dos años de ninguneo, de dejarnos fuera (…) hemos sido incluso hasta, tal vez, más leales en algunos temas que sus propios partidos o miembros de partidos del oficialismo”, aseguró.

Agregando que, en su opinión, “le hemos salido gratis. Nos hemos manejado con nuestra independencia por no ser de oposición ni tampoco de gobierno. Hemos actuado con rectitud (…) a esta altura, la Democracia Cristiana no está disponible”.

“¿Nueva Mayoría? Ya no es posible porque el gobierno es minoría (…) en una situación compleja tienes menos incentivo”, cerró Pepe Auth.