Langostas y una Base Naval son los elementos que se pueden encontrar en las Islas Desventuradas, compuestas por San Félix y San Ambrosio. Perteneciente a la administración de la Municipalidad de Valparaíso, la Isla San Félix está bajo la tutela de la Primera Zona Naval de la Armada. Sin embargo, todos parecen tener una historia incompleta de ella. “Nosotros no nos podíamos acercar a menos de una cierta distancia de seguridad, (...), nunca pudimos desembarcar en San Félix ni bucear alrededor”, relata uno de los científicos que ha explorado la zona.

Chile es conocido por su particular forma alargada y delgada, pero no hay que olvidarse de todo el territorio insular que cerca al país. Dentro de las islas que han sido descubiertas, existe un grupo que aún no tiene mucha popularidad. Y aquí, las Islas Desventuradas, compuestas por San Félix y San Ambrosio, se roban el protagonismo. A la altura de Copiapó y a 800 km del Archipiélago Juan Fernández, estos islotes pertenecen a la administración de la Municipalidad de Valparaíso: sin embargo, no hay presencia de porteños.

Ambas islas, formadas por erupciones volcánicas, son parte del mayor parque marino chileno: Nazca-Desventuradas. Lo inexplorado del sector llamó la atención de Oceana y NatGeo. Estas organizaciones se dedicaron a estudiar y registrar la biodiversidad que rodeaba a estos terrenos insulares, publicando un documental al respecto en 2013. El título de la pieza audiovisual era “Islas Desventuradas: el Chile más salvaje”.

Imagen geográfica referencial del portal web de la Armada de Chile

A pesar de encontrarse en el mismo ecosistema, estas islas son bien diferentes entre sí. San Ambrosio es concurrida por diferentes agrupaciones de pescadores debido a su riqueza en langostas. Inclusive hay viviendas improvisadas que refugian a las personas que año a año transforman a estos crustáceos en su sustento.

En contraste, a San Félix es imposible acceder sin una autorización de la Armada. ¿La razón? La presencia de una Base Naval que incluye una pista de aterrizaje. Los antecedentes de aquel establecimiento naval son escasos. Por un lado, un reportaje de Jost Otto Schnyder, habla del recambio de tripulación en la Isla San Félix: “Esta vez, la dotación del buque consiste de 53 almas humanas más el alma del perro ”.

El historiador suizo también consigna sobre su origen y construcción el año 1976. “Un año después, ya aterrizaba el primer avión en la pista. La inauguración de la base se efectuó el 19 de diciembre 1979”, explicita en el reportaje de Revista Marina.

Desde la Armada de Chile rechazaron entregar información respecto a funciones, cantidad de personal u operaciones en San Félix, por ser parte de materias relacionadas con la defensa y seguridad de la Nación.

¿De quién es San Félix, en realidad?

Según datos obtenidos por BioBioChile a través de una consulta vía Transparencia a la Armada de Chile, desde 2007, la Comandancia en Jefe de la Primera Zona Naval está a cargo de la logística de la isla. Denominada como “zona de exclusión naval”, San Félix puede ser utilizada con total libertad por la Armada, impidiendo que civiles ingresen en ella. Lo anterior se debe a que existe un polígono de exclusión para mantener alejado a cualquiera que no esté autorizado.

Así lo relata y confirma en conversación con este medio Carlos Gaymer, académico de Biología Marina de la UCN que participó de la expedición científica a Desventuradas. “Jamás estuvimos en Isla San Félix, estuvimos solamente en San Ambrosio y teníamos un polígono de exclusión. Nosotros no nos podíamos acercar a menos de una cierta distancia de seguridad. Cierto. Nunca pudimos desembarcar en San Félix ni bucear alrededor de San Félix (…) eso no está permitido”, concluye.

Incluso, en el viaje realizado por Oceana, Gaymer comenta la presencia de un observador de la institución naval. “Tenía que ir todo el rato comprobando que el barco no se saliera, digamos, de los límites del perímetro de exclusión”. Agrega que el efectivo vigiló toda la operación: “En la filmación se integraba obviamente a las actividades que nosotros teníamos que hacer. Bueno, él estaba absolutamente al tanto de todo lo que se estaba haciendo”, explica.

No obstante, las Islas Desventuradas no dependen administrativamente de la Armada. En concreto, pertenecen para efectos legales a la comuna de Valparaíso.

Pese a eso, requeridos por este medio, desde la municipalidad porteña declaran no tener conocimiento respecto a estos terrenos o alguna labor realizada allí. Este último punto fue corroborado en la respuesta entregada por la repartición vía Transparencia.

Así da cuenta el escueto documento de una página entregado a BBCL:

Respuesta Municipalidad de Valparaíso | Captura

El misterio continúa

Como se mencionó, San Félix presenta una imponente pista de aterrizaje de 2,03 kilómetros que ha servido para realizar viajes de la Fuerza Aérea de Chile. En los últimos 10 años, solo se registraron vuelos en 2013 y 2017, siendo la ruta de Santiago a San Félix.

Uno de ellos hizo escala en Antofagasta. Eso sí, la base no tiene personal permanente de la Fuerza Aérea de acuerdo a lo comunicado por esta misma institución mediante el servicio de Transparencia. “Se informa que la Fuerza Aérea de Chile no tiene registro de viajes de civiles, así como tampoco respecto de viajes de contingente extranjero trasladado hacia la Isla San Félix en el período consultado”, indica el documento.

Así también precisa que “a la fecha, se registran cuatro misiones efectuadas en cumplimiento al traslado de carga y personal de la Armada de Chile”, como lo muestra la siguiente tabla adjuntada en la respuesta:

Itinerario | Armada de Chile
Imagen satelital Isla San Félix | Google Maps

Respecto al transporte por aire y mar, exministros de Defensa no negaron ni afirmaron que San Félix haya funcionado como parada para algún contingente extranjero.

En ese sentido, la Armada solo ha informado a través de comunicados de prensa las labores del buque “Comandante Toro” que rodea a esta isla. Las funciones de la embarcación son: vigilancia de la zona marítima, búsqueda y rescate, control y combate de la contaminación acuática, aprovisionamiento, transporte de carga y fiscalizaciones. Además de apoyar en zonas aisladas y en señalización marítima.

En torno al propósito de la base, ninguna autoridad ofreció respuestas. Tampoco, las instituciones entregaron información a través de Transparencia. El propósito de la base sigue siendo un misterio.

El posible futuro de las Desventuradas

En medio de este entramado, aparece un nuevo factor. En un futuro, las Desventuradas podrían formar parte del Archipiélago Juan Fernández. Así lo propone el Artículo 239 sobre “Territorios Especiales” de la propuesta de la nueva Constitución:

“El archipiélago Juan Fernández es un territorio especial conformado por las islas Robinson Crusoe, Alejandro Selkirk, Santa Clara, San Félix y San Ambrosio, y el territorio marítimo adyacente a ellas. El gobierno y la administración de este territorio se regirán por los estatutos especiales que establezca la ley”.

Lo anterior cobra sentido al conversar con el ex alcalde de Robinson Crusoe, Leopoldo González, quien afirma la cercanía que existe entre las Desventuradas y Juan Fernández. “Hace 100 años que están pescadores de esta isla sacando producción en esa zona, (…), estamos a 400 millas, pero iban a incorporar ahora a la administración local, digamos de la comuna de Boca Grande”.

El destino de este sector se decidirá en el próximo proceso democrático que vivirá el país el 4 de septiembre. Ese día, a través del Apruebo o el Rechazo, se determinará qué sucederá con la administración de las Islas Desventuradas.