Informes reservados de la PDI donde se detallan interceptaciones telefónicas realizadas al vocero de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, revelaron una conversación donde el líder de la CAM critica y analiza una posible expulsión del joven Pablo Marchant, quien murió el año pasado en medio de un tiroteo con Carabineros en Carahue.

En medio de la detención y posterior prisión preventiva del líder de la CAM, Héctor Llaitul, se revelaron dos informes reservados de la PDI donde se detallan interceptaciones telefónicas realizadas al vocero de la Coordinadora Arauco Malleco.

Según informó el medio ExAnte, dentro de los llamados recibidos se consignan críticas a una figura que tres meses después reivindicaría como mártir.

El informe de la Policía de Investigaciones contiene la transcripción de una conversación que mantuvo Llaitul con una mujer, de iniciales C.M.

Este llamado fue el 12 de abril de 2021 a las 22:08.

En el diálogo, Llaitul descargó su ira en contra de Pablo Marchant Gutiérrez, estudiante de Antropología de la Universidad de Concepción que murió el 9 de julio de 2021 en medio de un tiroteo con Carabineros, al interior de una faena de Forestal Mininco en la comuna de Carahue, portando un fusil M-16, como ha sostenido el Ministerio Público.

Tres meses más tarde LLaitul reivindicaría la figura de este joven como mártir.

Recordemos que Miriam Gutiérrez, madre de Marchant, acompañada de un grupo de personas, llegó el mes pasado hasta el acceso al edificio del Ministerio Público en Temuco para exigir avances en la investigación generada tras la muerte de su hijo, quien era miembro de la Coordinadora Arauco Malleco.

Descargas contra Pablo Marchant

La conversación parte con un reclamo por una fiesta en que dejaron su casa desordenada, donde luego se consignan descalificaciones y amenazas de expulsión.

-“Es un cagado de la cabeza, que cuando se cura se vuelve loco, ¿cachai? Y quiere pelear y siempre anda haciendo cuática”, manifestó.

-“(Pero) entrégame la casa decentemente (…). Levántate del carrete, despierta, recoge la loza, huevón, no sé, los vasos, las huevadas quebradas, todo ordena pos huevón, no me entreguí la casa así”, dijo.

-“Los cabros yo entiendo que se relajan y todo, trabajan, luchan y se quieren pegar su relajo, pero no sé… hay unos que se hacen así los cuchos, qué se yo, pero hay otros que realmente la hacen de (insulto)”, continúa la conversación.

-“No sé. No sé qué decir”, respondió la mujer a Llaitul.
Luego preguntó: “¿Cuál es la cirugía?”

-“Yo creo que hay que cortar por lo sano, hay que expulsar al Toño. Nosotros… yo ya le di muchas oportunidades”.

-“Se reafirman unos con otros. Y al final se vuelve un desorden y un problema de seguridad, incluso”.

-“Yo creo que lo voy a expulsar. Cuando lo vea le voy a cantar la carta, si es que no lo masacro antes”.

Llaitul luego cambiaría el tono y opinión tras la muerte de Pablo Marchant.

-“Nosotros, incluso hoy día, sentimos a Pablo Marchant presente. Lo sentimos cercano, porque su püllü (espíritu) no está fuera de la lucha que desarrollamos. Él está en el wenumapu (cielo habitado por dioses), está en un transitar en el wenumapu y en el wenumapu específico, el lif wenumapu (cielo limpio), el lugar donde están nuestros fütakeche kuyfi llem, nuestros antepasados que guerrearon. (…) Ahí está Toño Marchant”, señaló el líder de la CAM en una entrevista al sitio en inglés Chile Today y al portal Werkén Noticias, difundida el 21 de julio.