Un grupo de ex dirigentes de la Concertación publicó nuevamente una carta contra la intolerancia y en donde acusan que el clima político se ha ido polarizando en los días previos al plebiscito constitucional de salida y acusan que un sector de izquierda de “otorgar y quitar certificados de ‘buena conducta’ progresista”.

La carta firmada por el exsenador del PS Fulvio Rossi; el exsenador PPD Felipe Harboe; el exministro José Joaquín Brunner; el exministro del Mapu Oscar Garretón; el exdiputado Jorge Tarud; o el fundador de Educación 2020, Mario Waissbluth.

En la misiva, aseguran que desde el estallido social de octubre de 2019, “la violencia política ha irrumpido en la sociedad chilena”, algo que ellos advirtieron y por eso apoyaron el acuerdo constitucional de noviembre de ese año.

En la misma línea, valoran que el Apruebo triunfó por un 78% en el plebiscito de entrada en octubre de 2020, pero que ese espíritu de unidad se ha ido perdiendo, y se ha transformado “en una confrontación polarizada que divide y no unifica en torno a lo que
debiera ser una Constitución que acoja toda la diversidad social, cultural y política de la nación chilena”.

“La descalificación, el insulto y la cancelación se apoderan de las redes y las pantallas televisivas. Quien piensa distinto, o siquiera pone en duda la calidad de la propuesta de Constitución, es despojado de su legítimo derecho de disentir y elegir entre las dos alternativas que tendrá frente a sí el próximo 4 de septiembre”, indican.

Además, critican que algunos sectores de izquierda están entregando certificados de “buena conducta” progresista.

“En grupos de izquierdas, se ha ido asentando la reprobable conducta de otorgar y quitar certificados de “buena conducta” progresista, destituyendo a quienes piensen y expresen su rechazo o aprehensiones a un proyecto constitucional ampliamente reconocido como malo o deficiente, incluso por algunos de los propios sectores que lo apoyan, y que recientemente se comprometieron a reformarlo una vez aprobado”, afirman.

“Abiertamente se llama “traición”, incluso “entrega al pinochetismo”, al derecho a disentir del texto emanado de una convención constituyente frustrante. Esa manera de actuar no corresponde a una izquierda moderna y democrática, que acepta y valora el pluralismo como bien insustituible de la democracia y que ha condenado, desde hace muchos años, las prácticas dogmáticas propias de atroces experiencias, como las purgas del estalinismo o la persecución a las ideas y acción de la izquierda socialdemócrata y sus exponentes, tachados históricamente como “renegados”, añaden.