Tras el Golpe, la dictadura ordenó quemar las obras traídas justo para la histórica visita de Fidel Castro a Chile, en noviembre de 1971. Ernesto Deira se fue a la tumba creyendo que ese había sido el destino de sus óleos.

A más medio siglo de su llegada, Chile devolvió a Argentina siete óleos de estilo neofigurativo de Ernesto Deira.

El procedimiento partió el jueves, cuando detectives de la Brigada Investigadora de Delitos contra la Salud Pública y el Medio Ambiente Metropolitana (Bridesma) retiraron, resguardaron y transportaron las piezas desde el Museo de Arte Contemporáneo hasta el Aeropuerto de Santiago.

En Buenos Aires desde el viernes, los trabajos serán exhibidos en el Museo de Bellas Artes, donde permanecerán en comodato por tres años.

Una vez cumplido ese plazo el Gobierno argentino confirmó que las obras pasarán a los herederos del artista plástico.

Según la PDI, las obras podrán ser visitadas a contar de mañana martes y de hecho se espera la visita del presidente Gabriel Boric, que está de gira en Argentina.

La restitución se logró luego de un acuerdo entre la Universidad de Chile, la familia del artista y la colaboración de Interpol junto a las embajadas, los ministerios de Defensa, Relaciones Exteriores y Cultura tanto de Argentina como de Chile.

¿Por qué los óleos de Ernesto Deira estaban acá?

De acuerdo a La Tercera, fue Deira quien trajo sus óleos a Santiago, lo que coincidió con la visita de Fidel Castro en noviembre de 1971.

La siguiente etapa del plan era llevar su obra a Cuba, lo que no ocurrió: la turbulencia de los años de la Unidad Popular lo impidió y luego llegó el Golpe.

Tras el 11 de septiembre, la dictadura ordenó quemar los óleos, lo que no sucedió.

En diálogo con la Presidencia argentina, Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, dijo que Deira se fue a la tumba creyendo que ese había sido el fin de sus obras.

“Ha sido un acto de justicia y de reparación histórica en tanto Ernesto Deira no había tenido la voluntad de dejar esas obras en Chile, sino que la convulsionada situación a partir del Golpe de Estado en ese país le hizo presumir que sus obras estarían destruidas”, dijo.

“Desde el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) celebramos el acuerdo entre la Universidad de Chile y la familia Deira que implica la devolución de las obras que habían quedado en Santiago de Chile hace medio siglo”, añadió.

“Las obras fueron protegidas por trabajadores del Museo de la Solidaridad chileno que cuando vio lo que empezaba a pasar con el arte durante la dictadura de Pinochet tomó la precaución de guardar esas y otras obras”, explicó al portal gubernamental trasandino Martín, hijo del pintor.