En una carta al director, Rodrigo García Pinochet, nieto de Lucía Hiriart y del dictador Augusto Pinochet, se refirió al deceso de su abuela, a su forma de ser con sus nietos, a su relación con su esposo, y a la actualidad nacional.
En una carta al director en El Mercurio, Rodrigo García Pinochet, nieto de Lucía Hiriart, se refirió a la muerte de su abuela aludiendo a su forma de ser, a su relación con su abuelo Augusto Pinochet Ugarte, y a la historia de Chile.
Recordemos que la tarde del jueves, Hiriart murió a los 99 años en el departamento de su hijo Marco Antonio Pinochet.
La carta de Rodrigo, titulada Lucía Hiriart de Pinochet, comienza así “de las muchas líneas que se escribirán por el fallecimiento de la señora Lucía Hiriart de Pinochet, mi íntimo testimonio, en este doloroso momento, es que fue una abuela cariñosa, afable, de quien jamás escuché malas palabras”.
Así también indicó que ella era” capaz de realizar pequeños gestos de afecto, como recordar el cumpleaños de cada uno de sus nietos y bisnietos, o recibir con el plato favorito de quien la visitaba. Siempre compuesta y optimista, de gran fe y espíritu jovial”.
“Fue el soporte y pilar de mi abuelo”
“Vivo tengo el recuerdo de su abrazo tras rozar la muerte junto a mi abuelo en el atentado terrorista del año 86, como también su temple durante los angustiosos días en Virginia Water y nuestro periplo de regreso a Chile en el tanquero “Águila”, se lee en la carta del nieto de Lucía Hiriart y Augusto Pinochet.
En esta misma línea expresó que “nunca las injurias contra ella la llevaron a expresar odio, jamás lo inculcó, y le agradezco aquello. Su obra no se limitó a la labor social manifestada en cientos de Centros de Madres, sino que también fue el soporte y pilar fundamental de mi abuelo”.
“Fue ella quien lo llevó en la penumbra de la noche a ver a sus hijos y preguntarle si era el comunismo el futuro que para ellos quería”, relata Rodrigo en su carta al director.
“Con escozor ella veía el rumbo que tomaba el país”
“La obra construida durante los 17 años de gobierno también lleva su nombre, y le agradezco aquello, ya que soy parte de una generación de chilenos que tuvo la posibilidad de crecer en un país próspero, libre, sin parangón alguno en la historia de Chile”, escribe Rodrigo García Pinochet.
Asimismo indicó que “con escozor ella veía el rumbo que tomaba el país. Así me lo dijo hace poco más de un año. Pero su corazón seguía sin odio, tampoco airado o encolerizado. Tal vez sí con pena de ver cómo todo se echaba por la borda”.
Finalmente, se refirió a las elecciones de este domingo, donde el país decidirá al próximo presidente de Chile señalando que “Dios la llamó en paz y junto a todos sus hijos. Poco antes de un día clave para nuestro país, y más allá del resultado, serán los años los que harán un juicio justo de su obra y persona”.