Tras el anuncio de acciones judiciales por parte de la firma china Aisino, que se había adjudicado la anulada licitación para confeccionar cédulas de identidad y pasaportes, el ministro Jaime Bellolio declaró que el Gobierno se encuentra tranquilo, ya que "se hizo un proceso absolutamente transparente, con bases de licitación que eran muy convenientes para las personas".

Este martes, el Gobierno se refirió a la decisión de dejar sin efecto el resultado de la licitación para confeccionar cédulas de identidad y pasaportes, que se había adjudicado la firma china Aisino.

Según explicó el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, se pidió nueva información respecto de la protección de los datos. “Al no concurrir las respuestas frente a esas materias, que son profundamente delicadas y muy importantes para nuestro país, es que se declara ésta (licitación) desierta conforme a la ley”.

Tras conocerse el comunicado emitido por el Registro Civil, en donde se comunicaba esta anulación, la empresa afirmó que recurría a la justicia nacional e internacional para “dar cuenta de vicios en el proceso y presiones en la decisión informada por la autoridad este lunes”.

En relación a ello, Bellolio dijo que “están absolutamente en su derecho, así como ha ocurrido otras veces. Aquí se hizo un proceso absolutamente transparente, con bases de licitación que eran muy convenientes para las personas”.

“Las propuestas que se presentaron significaban una reducción de precio (de los documentos de identidad) muy sustantiva. Tienen todo el derecho de querer concurrir a la justicia, pero nosotros estamos muy claros y muy tranquilos en que éste fue un proceso hecho de manera absolutamente apegada a la ley”, agregó.

Por su parte, el director de la Asociación Nacional de Funcionarios del Registro Civil e Identificación (Anercich), Pablo Román Torrealba, calificó esta situación como un “bochorno”.

“Aquí existe una clara falta de consideración respecto de las implicancias que tenían las bases y no se consideraron las variables geoestratégicas, geopolíticas que estaban presentes en este proceso, toda vez que se sabía que Estados Unidos no iba a aceptar una adjudicación a un oferente chino”, aseguró.

En ese sentido, dijo que ésta es una oportunidad para que “el Registro Civil recupere la función pública que nunca debió haber perdido, de elaborar materialmente las cédulas y pasaportes. No hay ningún impedimento técnico para que esto suceda”.