La diputada Pamela Jiles ha captada la atención de la prensa internacional, tras liderar las últimas encuestas sobre la carrera presidencial y ser la figura política mejor evaluada en el último estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP).

Considerada -en estos momentos- la favorita en la carrera presidencial en Chile, el diario La Nación de Argentina publicó un artículo sobre la periodista, donde la califica como una figura “con tintes trumpistas”m una “líder populista” y que ha sorprendido a nuestro país.

“Sus detractores la comparan con la versión más irrespetuosa de Donald Trump y en una populista de manual, mientras sus seguidores le atribuyen carácter y agudeza para gestionar la aprobación de los retiros de fondos de pensiones, polémico paliativo ante la crisis económica”, inicia el artículo del medio trasandino.

En la misma línea, hace una revisión de la biografía de Jiles, destacando que es nieta de la activista feminista, Elena Caffarena, que trabajó como periodista en medios opositores a la dictadura de Augusto Pinochet, que fue militante del Partido Comunista y después del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).

En el retorno a la democracia trabajó en el programa Informe Especial de TVN, hasta 2003, cuando fue despedida bajo la gestión de Pablo Piñera Echeñique, hermano del presidente Sebastián Piñera, para luego enfocar su carrera en la farándula, hasta en 2017 ser electa diputada.

Figura anti establishment

“Pamela Jiles emerge como alguien que desafía a los políticos tradicionales, a través de una crítica ácida y que no tiene miedo a comentar aspectos personales. Además, durante 30 años se intentó infantilizar a la ciudadanía en el debate público, en el sentido que es una masa ignorante, que no sabe de política, de economía y que no puede participar, y el discurso de Pamela Jiles precisamente toca esa fibra y convoca a ese electorado desplazado”, explicó Raúl Elgueta, doctor en ciencia política de la Universidad de Santiago, al medio argentino.


“Pamela no tiene ningún empacho en cuestionar a la casta política desde este personaje construido, una villana que está dispuesta a pelear por sus fans”
, agrega.

La Nación destaca que tras el estallido social y la pandemia, Jiles tomó impulso al figurar como la gran impulsora de los proyectos de retiros del 10% de los fondos de pensiones, especialmente en la primera iniciativa, donde quedó grabada su imagen corriendo como el animé ‘Naruto’.

“La evolución electoral de Jiles es uno de los factores que tiene desconcertado al establishment político chileno que vio cómo un personaje considerado menor y pintoresco,
tomó fuerza hasta convertirse en la precandidata presidencial con mayor intención de voto, en medio de un escenario de alta fragmentación y donde ya asoman más de 15 postulantes”, cierra la nota de La Nación.