“Lo que quiero decir es que no cometí ningún delito y ningún pecado; lamento si alguien lo pudo haber mal interpretado. Pero quiero indicar que nadie es dueño de la Plaza Italia, que cualquier chileno tiene derecho a caminar y sacarse fotos ahí”. De esa manera, el presidente Sebastián Piñera se refirió a su polémica visita a Plaza Baquedano, ocurrida la tarde del pasado viernes 3 de abril, donde incluso fue fotografiado tras detenerse por unos momentos.

En entrevista con El Mercurio, el jefe de Estado profundizó en el hecho, precisando que “me dio emoción ver la Plaza Italia solitaria, tranquila, vacía. Después de haberla visto tanto tiempo a través de la televisión y, a veces, en los regresos a mi casa, pero desde lejos, cuando pasé por ahí me bajó una emoción muy grande.

En esa línea, Piñera añadió que “vi a un grupo de militares que estaba guiando el tránsito, y a un grupo de carabineros que estaba colaborando. Me bajé por un par de minutos, saqué una foto, saludé a militares y carabineros, me subí a mi auto y seguí rumbo a casa”.

“La historia la conté por Twitter. Iba de vuelta a mi casa desde La Moneda. Hacía mucho tiempo que no pasaba por Plaza Italia y decidí bajarme por un par de minutos”, reflexionó.

Eso sí, su análisis no se detuvo allí, aseverando que “fue una actitud no planificada, me produjo mucha emoción ver la Plaza Italia, Baquedano o de la Dignidad, como quieran llamarla”.

Asimismo, a la hora de ser consultado por la cuarentena que estaba vigente en el momento en que llegó hasta dicho punto, Piñera afirmó que “la cuarentena es para las personas, no para los lugares. Y el Presidente, por la naturaleza de su cargo, trabaja todos los días desde muy temprano hasta muy tarde, y en distintos lugares del país”.