En el contexto social que vive Chile, próximo a un plebiscito sobre su Constitución, resulta necesario revisar todos los aspectos de nuestras vidas que estarán sometidas a debate. Y precisamente, puede que pocos sean tan relevantes dentro de ellos como nuestra propia esperanza de vida.

En general, Chile tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo. Según el reporte 2017 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los hombres chilenos pueden esperar una vida de al menos 80 años, subiendo hasta los 85 en el caso de las mujeres.

Y en efecto, Bío Bío tuvo acceso al estudio Irede 2019 que tras consolidar datos de fuentes oficiales como el INE, la encuesta Casen o el Ministerio de Salud; ofrece una perspectiva diferenciada por regiones. En este caso al analizar la dimensión de Salud, las mujeres resultan ampliamente favorecidas en todas las regiones, obteniendo una perspectiva de desarrollo 2 y hasta 3 veces más favorable que los hombres.

El principal impulsor de estos resultados, explican los gestores del estudio, es el índice de Años de Vida Potenciales Perdidos (AVPP), que se calcula mediante el número de fallecimientos prematuros o la muerte de personas jóvenes.

“El supuesto en que se basa el AVPP es que cuanto más prematura es una muerte, mayor es la pérdida de vida. El AVPP permite señalar las desigualdades en salud, buscando conocer las diferencias entre grupos, especialmente las expectativas de vida para ambos sexos”, indicaron.

Desarrollo Regional en Salud | Irede 2019
Desarrollo Regional en Salud | Irede 2019

Cuando vivir más es una carga

Si bien una gran expectativa de vida puede interpretarse como algo bueno, cuando ello no está aparejado a redes de protección económica (pensiones) y sociales (apoyo, atención de salud) que sean suficientes, en muchos casos significa dejar en un estado de abandono a la población de adultos mayores, y más aún en el caso de las mujeres.

“Si bien ser mujer en Chile puede entenderse como un factor de protección, lo anterior no significa que vivir más años sea sinónimo de una buena sobrevida, especialmente debido a que el envejecimiento se encuentra asociado a múltiples factores que podrían acortar la vida de las chilenas mayores”, aseguran los investigadores, Camilo Vial Cossani y Andrea Gartenlaub.

“Esto no sólo tiene que ver con cuadros asociados a multimorbilidad (diversas dolencias crónicas) muy usuales en los adultos mayores, sino que también están vinculados a factores económicos y sociales más importantes que, por ejemplo, contar con un ingreso alto y mayor poder adquisitivo. En este sentido, la mantención de redes familiares y vínculos sociales (amigos y participación en la comunidad), incentivan la búsqueda de atención médica y permiten una mayor permanencia en los tratamientos”, describen.

Recordemos que este sábado la Cámara de Diputados despachó para su revisión en el Senado, la partida presupuestaria 2020, dentro de la cual se incluye un aumento del 50% en la pensión básica solidaria, que aumentaría este ítem de 120 mil a 160 mil pesos.