Tanto desde el oficialismo como de la oposición llegaron críticas al Gobierno por los cambios para el currículum de tercero y cuarto medio aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED).

El nuevo currículum común estará compuesto por Lengua y Literatura, Matemática, Inglés, Ciencias para la Ciudadanía, Educación Ciudadana y Filosofía, que se enseñarán de manera obligatoria en desmedro de Historia y Educación Física, que pasará a formar parte de los electivos de estos niveles.

Desde Renovación Nacional, el diputado Francisco Eguiguren calificó la medida como “un verdadero suicidio” y afirmó que “me parece una locura, una verdadera insensatez”, expresando el “dolor que me produce que mi propio gobierno esté propiciando esto”.

Lamentó que se pierda una instancia que sirve para “aprender a respetar y conocer la verdadera identidad de Chile”.

Apuntó específicamente hacia los hechos que motivan el proyecto Aula Segura del Gobierno, argumentando que “cuando nos quejamos de violencia en los colegios o acto vandálicos contra el patrimonio, ¿de qué estamos hablando? Este es un retrato claro de que hay ciertos sectores, vastos sectores de la comunidad que no valoran nada, no valoran nuestra propia historia, y menos van a valorar lo que es nuestra cultura y nuestras raíces. Por lo tanto, tomar esta medida, suprimir el ramo de historia, y transformarlo en un simple electivo en los colegios, encuentro que es una locura”.

Esta postura fue secundada por el diputado demócratacristiano Jorge Sabag, calificó de “absurda” la decisión, “pues se trata sin duda de conocimientos esenciales para la formación de los alumnos”.

En este sentido, defendió que el ramo “afecta al desarrollo estratégico del pensamiento de nuestros estudiantes y solicitaré una explicación técnica frente a una decisión de este tipo”, adelantó.

Su correligionario, Mario Venegas, también expresó su preocupación anunciando que pedirá citar al CNED a la Comisión de Educación, afirmando que el nuevo plan es “una muy mala decisión”.

Por su parte, los UDI Juan Manuel Fuenzalida y Celso Morales apuntaron contra la decisión de retirar la obligatoriedad de la asignatura de Educación Física, argumentando que “los niveles de obesidad en nuestro país son alarmantes, y debemos trabajar en aquello evitando el sedentarismo”.

Con esto, acusaron, “se perjudica a los jóvenes quienes necesitan ejercitarse durante más horas semanales”, por lo que instaron al CNED a “reconsiderar esta decisión”.