Durante 2018, los servicios de salud pública (principalmente de urgencias) atendieron a 3.270 jóvenes, de entre 10 y 19 años, por agresiones provocadas por sus pares, según datos del Ministerio de Salud.

Las mujeres fueron las más afectadas, considerando que la violencia también incluye agresiones sexuales de sus parejas u otros.

La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, explicó que estas cifras comenzaron a registrarse luego de que el tema se levantara a través de jóvenes que participan de consejos consultivos en regiones.

“Las unidades de urgencia, principalmente, comenzaron a enfrentarse con casos de adolescentes que eran víctimas de violencia sexual o de sus parejas“, dijo a La Tercera.

Las cifras son alarmantes. Del total, 1.113 jóvenes (de los cuales el 69% fueron mujeres) reportaron agresiones de sus parejas. Del total de mujeres, el 83% tenía entre 15 y 19 años.

En tanto, los otros 2.157 jóvenes informaron haber sufrido agresiones sexuales (87,5% fueron mujeres), que además requirieron controles posteriores. En este ítem, el 70,5% de las mujeres tenía entre 15 y 19 años.

Hoy las preguntas son más directas para ahondar en la realidad sexual y social de los pacientes, señaló Paola Ciocca, médico de la Unidad de Salud Adolescente del Hospital Sótero del Río. Ya no se pregunta si tiene pololo o qué tipo de anticonceptivo usa, por ejemplo.

“Uno busca la forma de tocar el tema, no sale de forma espontánea”, aseguró. “Cómo es su relación de pareja, si tiene título de pololeo o no, si hay violencia en esa relación y, si la hay, de qué tipo”, señaló al matutino. Ello además de registrar si existen embarazos previos, abortos, etc.

Esto ha permitido crear políticas públicas en la materia, más allá de la Violencia Intrafamiliar (VIF), que en estos casos no aplica, como ya se ha visto en casos con víctimas fatales, donde el delito es otro.

Violencia en el pololeo

Por ello, el proyecto de ley que sanciona la violencia en el pololeo busca resolver e instar a denunciar estos casos, pues si no existe convivencia entre la pareja, no aplica la VIF.

Esta realidad se ha vuelto frecuente en los últimos años, según relató Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas. Añadió que como agravante, el consumo de alcohol y drogas “ha incidido en conductas y relaciones poco respetuosas”.

¿Cuántos años van de esta tendencia? Unos tres, al menos, según Mariana Madariaga, directora de la ONG Parejas Sin Violencia.

Madariaga sostuvo que los jóvenes normalizan estas situaciones al “creer que el otro, al ser mi pareja, me pertenece y es algo de mi propiedad y yo puedo ejercer fuerza y violencia (…) Lo ven en las teleseries, en la música, y han crecido con estos estereotipos”.

Al respecto, Ciocca explicó que los círculos familiares o sociales inciden en la conducta juvenil y se puede ver en síntomas, como una patología, incluso perpetuándose. “Quienes han sido testigos o víctimas de violencia desde la infancia (…) son grupos de riesgo de ser víctimas o victimarios y de involucrarse en una relación no sana, donde, por falta de habilidades, terminan resolviendo sus diferencias o inseguridades con agresividad”, dijo a La Tercera.

Prevención

La directora de la Sociedad Chilena de Ginecología Infantil y de la Adolescencia, Andrea Huneeus, subrayó la importancia de educar y entregar herramientas en estos temas para detectar la violencia antes de que ocurra o incluso antes de tener pareja.

“Una víctima de violencia física y sexual está en tal estrés psicológico que no se atreve a denunciarlo ni a pedir ayuda”, concluyó.

Violencia contra la mujer
Si eres víctima o testigo de violencia contra la mujer, denuncia al 149 de Carabineros, recibe orientación llamando al número corto 1455 del Sernameg.