La indemnización por años de servicio es uno de los pilares de la futura reforma laboral del Gobierno, la cual se presentará de manera separada. Eso sí, desde el oficialismo reconocieron que la tramitación será compleja, puesto que la oposición ya advirtió que rechazará los cambios.

Por esta razón, la administración de Sebastián Piñera mantiene aún en suspenso el envío de la iniciativa -fijado para el segundo trimestre-, para que este debate no entorpezca la discusión de la reforma laboral, que ingresaría en marzo al Congreso.

Al respecto, el diputado Juan Antonio Coloma, subjefe de la bancada de la UDI, señaló que en las próximas semanas explorarán instancias con el Ejecutivo para facilitar el diálogo con la oposición, a quienes criticó por oponerse sin conocer la idea.

En la misma línea se manifestó el diputado Leopoldo Pérez, jefe de bancada de RN, quien llamó a la prudencia sobre los posibles cambios en la indemnización por término de contrato.

“Se debiera tener un poquito más de paciencia y cautela”, advirtió.

Este esfuerzo del oficialismo -a juicio del diputado del PS y presidente de la Comisión de Trabajo, Gastón Saavedra- busca respaldar el proyecto, que reduciría la indemnización a medio sueldo por año de servicio, a todo evento, con un tope de 11 años.

“Es evidente la desesperación del gobierno por aunar esfuerzos…sólo se busca abaratar el despido del trabajador. Nos vuelve a 1981”, dijo.

En tanto, Segundo Steilen, presidente de Unión Nacional de Trabajadores, una de las centrales que participó en la mesa laboral con el Gobierno, llamó a mantener el pago de un mes por año de servicio.

“Más allá de lo negativo que se pueda ver, hay que hacer cómo esto puede llegar a un mes por año”, sostuvo.

Pese a calificarlo como una medida interesante, el decano de la facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosín, manifestó que el Ejecutivo debe explicar en detalle el proyecto antes de enviarlo al Congreso.

“Hay un consenso de que el sistema actual no es bueno, es una alternativa interesante”, explicó.

Este sistema implicaría que si un trabajador es despedido, ya no recibiría un mes de sueldo por año servido, sino sólo la mitad de un sueldo por año en la empresa.

Asimismo, en caso de renuncia, el trabajador ya no se irá “con nada”, sino que recibirá el mismo beneficio que al ser despedido: medio sueldo por año.