El 30 de noviembre del año pasado, la Fiscalía de Malasia presentó una apelación a la sentencia contra los chilenos detenidos en este país del sudeste asiático, condenados por el homicidio de un ciudadano que prestaba servicios sexuales, tras declararse culpables de homicidio culposo.

La acción de la entidad persecutora ocurrió a sólo días que Fernando Candia y Felipe Osiadacz salieran en libertad desde la cárcel del estado de Selangor.

Ahora y mientras esperan el fallo de la Corte de Apelaciones, ambos compatriotas se encuentran pernoctando en hostales distintos, “respirando el uno del otro”, según consignaron fuentes del entorno de los jóvenes a La Tercera.

Pese a que sólo en contadas ocasiones se han reunido tras salir del encierro y tampoco se hablan, sus cercanos afirman que su amistad no ha terminado. Mientras, su tiempo lo dedican a leer y pasear por lugares cercanos a sus respectivos hostales, detalla el matutino.

Candia y Osiadacz permanecen en el lejano país con una medida cautelar de arraigo nacional, mientras sus familias siguen con detención su estado de salud.

Dentro de los nuevos antecedentes de la carpeta investigativa, se supo que la familia del joven que resultó muerto tras el incidente, jamás retiró el cuerpo desde la morgue por alguna razón no conocida, mientras que tampoco se hicieron parte del proceso judicial.

El cierre definitivo de la causa podría extenderse por al menos un año más, de acuerdo al mismo medio, por lo que ambos jóvenes tendrán que permanecer todo este tiempo en el país del sudeste asiático.