El presidente de la Comisión de Salud del Senado, Guido Guirardi (PPD); el Colegio Médico y la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof) denunciaron presiones realizadas por ópticas Schilling y Rotter y Kraus para mantener optómetras en sus establecimientos.

Esto vulneraría el artículo 126 del Código Sanitario, que prohíbe que un profesional del área oftalmológica ejerza al interior de las ópticas, según acusaron.

El presidente de la Sochiof, Mauricio López, señaló que es de extrema gravedad que un optómetra entregue un lente, ya que el paciente no recibe la atención adecuada.

La presidenta del Colegio de Ópticos, Contactólogos y Optómetras, Ana Luz Vergara, afirmó que, además de lo anterior, estos hechos serían una discriminación hacia los profesionales extranjeros que ejercen de forma legal en Chile.

Rotter y Kraus manifestó estar sorprendida con la denuncia y no descartaron iniciar acciones legales.

A través de un comunicado, esta empresa aseguró que “la Ley de Optometría autorizó el desarrollo de la misma en Chile a través de especialistas no médicos con formación técnica para diagnosticar vicios de refracción ocular (hipermetropía, miopía o astigmatismo), recetar lentes para corregir sus efectos y diagnosticar patologías oculares (con el fin de inhibirse y derivarlas al médico oftalmólogo)”.

“Los profesionales tecnólogos médicos con mención en oftalmología y optómetras extranjeros habilitados son profesionales que cumplen con todas las competencias (…). Al realizar el examen, y de encontrar evidencia de alguna patología, el optómetra o tecnólogo médico tiene la obligación de derivar a un médico oftalmólogo”, añadieron.

“Mientras una consulta oftalmológica tiene un valor en torno a los $60.000, el examen de optometría tiene un costo promedio de $5.000, e incluso en algunas instancias se ofrece en forma gratuita”, sostuvieron en el escrito.

Desde Schilling señalaron que trabajan amparados en la Ley y afirmaron que el intento de sacar a los optómetras busca proteger los intereses económicos de los oftalmólogos.

Durante 2016, Schilling estuvo involucrada en un hecho similar en Copiapó, que terminó con una prohibición de funcionamiento en dos de sus locales por el Servicio de Salud local.

En tanto, esta jornada, el Colegio de Ópticos de Chile se refirió a dicha denuncia, señalando que “hoy vemos cómo nuestros profesionales son cuestionados y perjudicados con aseveraciones inexactas e injustas al ejercer su labor profesional en las consultas disponibles en las ópticas a lo largo del país, viéndose expuestos a severas presiones de parte de la sociedad chilena de oftalmología que han logrado presentar en el Congreso iniciativas tendientes a coartar y restringir el adecuado y libre ejercicio de la profesión”.

Por ello, denuncian “las acciones que buscan preservar el monopolio que han constituido los oftalmólogos por décadas y que con tanta fuerza intentan defender a costa del perjuicio de miles de chilenos que requieren con urgencia un examen visual”.

“Deben ser las personas el objetivo primordial de nuestro trabajo y nuestra propuesta es que todas las profesiones del área de la salud trabajemos en conjunto para dar solución de manera permanente conjuntamente con la autoridad los graves problemas de salud visual de la población”, finalizaron.