Luego de los cuestionamientos que recibió el Gobierno por no firmar el Pacto Migratorio de la ONU, el presidente Sebastián Piñera salió a dar explicaciones y retieró su defensa a la política migratoria que pretende implementar el Ejecutivo.

Esta mañana el Mandatario justificó la decisión de no suscribir al pacto, que fue firmado por más de 160 países el pasado lunes en Marruecos, asegurando que “toda persona tiene derecho a abandonar su país, pero también todo país tiene derecho a decidir quién ingresa a su territorio”.

Sin embargo, horas más tarde Piñera encabezó el segundo gobierno regional del Maule para analizar los avances en la zona. Fue en esa instancia en la que dijo que en los últimos cuatro años han ingresado a nuestro país más de 450.000 inmigrantes, “muchos de ellos en forma ilegal”, por lo que la no adhesión al pacto fue, según dijo, para “poner orden”.

“El acuerdo de Marrakech es un acuerdo que limita nuestra soberanía, incentiva la migración ilegal. Y a la larga, si bien dice que no es vinculante, lo que establece son obligaciones y deberes que deben asumir los estados”, recalcó.

“Yo siempre voy a privilegiar el interés de Chile y no el interés de algunos organismos internacionales. Yo sé que para mucha gente estar en buena con los organismos internacionales es muy importante, por razones obvias, pero a mí me interesa estar en buena con el país, con los chilenos”, remató.

En tanto, el canciller Roberto Ampuero respaldó al presidente Piñera y descartó que hayan existido presiones de otros países para no participar del acuerdo.

Además, Ampuero justificó la decisión del Mandatario argumentando que se trató de una invitación de las Naciones Unidas, pese a que ayer martes en el Congreso dejó en evidencia sus diferencias con la postura del Ministerio del Interior.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, el diputado de Revolución Democrática Pablo Vidal, espera que el Gobierno pueda revertir esta decisión.

En esa misma línea, un grupo de siete exministros de Relaciones Exteriores de la oposición rechazaron la decisión del Ejecutivo, argumentando que fue inconsulta. En la declaración sostienen que las justificaciones esgrimidas por el Gobierno no tienen fundamentos, y que “no es cierto que el pacto afecte la soberanía nacional”, ya que no es vinculante.

El excanciller Heraldo Muñoz dijo que espera que el Gobierno haga los reparos que estime pertinentes en la próxima Asamblea General de la ONU, donde se realizará la votación de ratificación del pacto, el próximo 19 de diciembre.

La diputada de Renovación Nacional, Paulina Núñez, respondió a los cuestionamientos de los exministros y acusó intereses de los mismos con los organismos internacionales, en línea con lo señalado por el propio presidente Piñera.

“Lo único deplorable acá es que la izquierda y los excancilleres le siguen respondiendo a los organismos internacionales en vez de poner por delante el interés de Chile. La única respuesta que encuentro a esa afirmación, es que muchos de ellos cuando pierden el Gobierno terminan contratados por los organismos internacionales. No me extraña que la presidenta Bachelet se haya cuadrado con la ONU, porque el sueldo de la presidenta Bachelet lo paga la ONU”.