Un grupo de excancilleres firmó una declaración en la que lamentaron la decisión del Gobierno de no adherirse al Pacto Mundial de Migración de la ONU.

En el documento calificaron la decisión de “improvisada, inconsulta, y de última hora”, añadiendo que “representa un serio retroceso en el compromiso de nuestro país con el multilateralismo y con el apoyo a los avances en materia de defensa y promoción de los derechos humanos”.

Asimismo, indicaron que no hay fundamentos, puesto que las justificaciones entregadas por las autoridades fueron “cambiantes”.

“No es cierto que el Pacto —un acuerdo marco de cooperación sobre estándares en materia de migraciones— afecte la soberanía nacional, puesto que un principio rector del documento es el respeto a las políticas y prioridades nacionales”, aseguraron, con lo que quedaría en poder de cada Estado lo que entiendan por regular o irregular; legal o ilegal.

Al no ser vinculante, advirtieron que no se entiende que Chile corra riesgos ante un eventual litigio en un tribunal internacional.

Respecto de los posibles cambios de última hora en el Pacto -argumentando por el Ejecutivo-, el grupo sostuvo que el documento se cerró el 13 de julio.

“Precisamente por ello, el Presidente Piñera en su discurso de septiembre ante la Asamblea General expresó que la política migratoria de Chile estaba en ‘perfecta armonia’ con el Pacto Mundial”, fundamentaron.

Asimismo, aseguraron que el acuerdo no crea un “derecho humano a migrar”.

Con estos argumentos, llamaron al Gobierno a votarlo favorablemente en la Asamblea General y, si lo creen necesario, explicar en una declaración sus reservas al documento.

La declaración fue firmada por Soledad Alvear, Mariano Fernández, Carlos Figueroa, José Miguel Insulza, Heraldo Muñoz, Juan Gabriel Valdés e Ignacio Walker.