El comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez, contó que tras la renuncia de John Griffiths, ahora ex Jefe del Estado Mayor, pasó a visitarle al Batallón de Peñalolén -donde el uniformado procesado se encuentra recluído- a título personal, “como un camarada de armas, al que conozco hace 40 años”.

“Cuando yo conversé con él, me expresó la convicción personal de que no habría incurrido en ningún delito”, explicó.

Destacó la decisión de Griffith, asegurando el retirado general optó por este camino “entendiendo que la posición de él era insostenible en esa posición”, pero recordó que la presunción de inocencia protege al militar retirado, quien se encuentra procesado por un eventual fraude al Fisco en el uso de pasajes para salir al extranjero.

Aunque se desconoce el detalle de los cargos, Radio Bío Bío informó que se trata de un viaje a Estados Unidos con su familia, para el que Griffiths habría hecho uso de fondos asignados al personal. Según las fuentes consultadas, se optó por un pasaje más barato del informado a la institución, la agencia de viajes se quedó con un monto excesivo de comisión y le devolvió al oficial cerca de seis mil dólares.

La renuncia se conoció luego de que Griffiths fuese notificado de sus cargos.

Respecto de las voces que piden su propia renuncia por el homenaje a Miguel Krassnoff en la Escuela Militar, Martínez dijo tener claro que, mientras cuente con la confianza del presidente Piñera, se mantendrá en el cargo. “No estoy apernado en el cargo”, indicó.

Defendió en este sentido que, en el mundo castrense, la responsabilidad de mando llega “hasta cuando la autoriad tuvo conocimiento de una conducta o una acción y no hizo nada para revocarla. En el caso de lo ocurrido en la Escuela Militar, era de conocimiento del director, no del general que estaba a cargo suyo”, puesto que sabría de la actividad, pero no de los detalles.