El 27 de marzo de 2006 unos niños jugando en un peladero de Puente Alto vieron a un perro pasar con un pie humano en su hocico, el hecho dio inicio a una historia descrita como uno de los casos policiales más escabrosos vividos en Chile luego del retorno a la democracia.

Por tres semanas el país se paralizó siguiendo cada detalle de la triste historia de Hans Pozo, viendo en todos los medios como partes de un cuerpo humano eran desperdigadas a diario por los alrededores de la población Marta Brunet.

El descuartizamiento de un cuerpo tras su muerte, sin embargo, permaneció como una modalidad criminal marginal, ajena al conocimiento colectivo de la delincuencia y violencia nacional.

Sin embargo, dicha percepción ha cambiado.

Este jueves, fue encontrada descuartizada Elba Roa Fica de 71 años, quien estaba desaparecida desde el martes en Coronel, en la región del Bío Bío.

Luego de que su familia presentase una denuncia por presunta desgracia, el sobrino de la víctima, Sebastián Roa, ingresó a su correo electrónico, donde por medio del GPS supo que el celular de su tía estaba en un sitio aledaño a su casa, donde la policía fue a buscarla.

Allí encontraron partes del cuerpo de Elba, lo que llevó al personal a cargo de la investigación a ingresar al domicilio que compartía con su esposo, Humberto Pereira de 84 años.

Conforme informó el capitán de Carabineros, Oliver Urrea, el hombre confesó libre y espontáneamente el homicidio, conociéndose que tras asesinarla la descuartizó y esparció algunos restos por el patio.

La pareja era matrimonio hace dos años, pero convivía hace 20.

Sebastián Roa relató que últimamente la relación era muy mala, marcada por los celos. “Eran peleas, la celaba con el dueño del negocio de al frente. Siempre tuvieron problemas por lo mismo”, dijo.

Jeannete Poqué, cuñada de la víctima, agregó que “no podía ni salir a comprar, muchas veces yo pasaba y yo tenía que irle a comprar porque él la andaba siguiendo a todos lados”.

Marco Sanhueza | Radio El Carbón
Marco Sanhueza | Radio El Carbón

La seremi del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, Mariza Barro, confirmó que había una denuncia por agresión psicológica, siendo atendida la víctima en un centro del organismo. Pero, contó, perdieron el contacto con ella.

“La señora Elba fue usuaria del Centro de la Mujer de acá de Coronel, entre el año 2011 y el 2012. Ella habría adherido al tratamiento psico-social y había tenido egreso favorable, después de ellos no volvió a consultar y no tuvimos más información al respecto”, precisó.

El comisario de la PDI, Jorge Abate, afirmó que se analizaron las cámaras de seguridad de un minimarket, que captaron cuando -a las 09:53 de la mañana del miércoles- el hombre depositó un saco de color rojo en un camión recolector de basura.

Gastón Cabalá, vecino de la pareja, aseguró que el inculpado le dijo en aquel momento, que era un perro que se le había muerto.

Además del hallazgo se incautaron elementos cortantes que habría utilizado el autor para cometer el crimen. Paralelamente se efectuará un examen de ADN para comprobar científicamente la identidad de la víctima.

Este es el cuarto femicidio ocurrido en el año en la región del Bío Bío y el número es de 27 a nivel nacional. La Municipalidad de Coronel decretó duelo comunal por dos días, a lo que se sumaron velatones organizadas por la comunidad para rechazar este tipo de hechos.

Mientras el Gobierno evalúa querellarse, el confeso será formalizado por femicidio hoy, en el Juzgado de Garantía de Coronel.

Esta nota se hizo con información recopilada por el periodista de Radio Bío Bío de Concepción, Danilo Ormeño.