Los dos turistas chilenos detenidos en Malasia por el presunto asesinato de un hombre actuaron en defensa propia, dijo este lunes su abogada en la corte de Kuala Lumpur, donde aplazaron hasta el 24 de septiembre el reinicio del juicio.

Felipe Osiadacz y Fernando Candia, quienes se declararon inocentes, están siendo juzgados por la muerte de un malasio en el lobby de un hotel en agosto del año pasado, menos de 24 horas después de su llegada al país para pasar sus vacaciones.

En Malasia se aplica la pena de muerte por asesinato y otros delitos. Si son declarados culpables la pareja puede ser condenada a morir en la horca.

Sin embargo, este lunes en la misma corte donde se aplazó el proceso, Saraswathy Devi, una de las abogadas defensoras de Fernando y Felipe, descartó esta posibilidad ante T13.

“No se preocupen por la pena de muerte. Tengo confianza en el proceso. La pena de muerte no está sobre la mesa. Tengo 59 años de carrera, muchísimos casos y ninguna condena”, sostuvo.

La defensa

“Fue todo un accidente. Una persona entró al hotel y les pidió dinero”, dijo su otra abogada Venkateswari Alagendra a los periodistas en el Tribunal Superior.

Luego el hombre, oriundo de Malasia, atacó a los chilenos y ellos pelearon en defensa propia, antes de llamar a la policía, dijo.

La abogada también expresó su confianza en que los dos turistas podrán ser absueltos.

En la audiencia del lunes se pudo ver a dos mujeres que se acercaron a abrazar a los nacionales presos, pero se negaron a hablar con los periodistas. El juicio se reanudará el 24 de septiembre, indicaron fuentes judiciales.

Ambos permanecen en prisión preventiva en la cárcel de Sungai Buloh, luego de ser detenidos el 4 de agosto del 2017 por su presunta participación en este asesinato.

Más antecedentes

En el expediente se detalló que la persona fallecida era travesti, sin embargo, este antecedente fue muy poco conocido debido a que las familias y sus asesores acordaron reservar la condición sexual del ciudadano malasio.

Lo anterior con el objetivo de evitar que se hablara de un crimen de odio o de connotación homofóbica antes de que se expusieran todas las evidencias. Esto, a pesar de que los delitos de homicidio en ese país no distinguen la condición sexual de la víctima.

Sin embargo, en el código penal de Malasia, donde prima una cultura que dista en varios aspectos de la occidental, se sancionan una serie de prácticas sexuales, entre ellas el lesbianismo y el travestismo.