Con la medida cautelar de prisión preventiva quedó este jueves Rafael Garay, tras ser reformalizado en el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago.

Recordemos que el ingeniero comercial -extraditado por la justicia chilena desde Rumania– ya había sido formalizado en ausencia por los delitos de apropiación indebida y estafa reiterada.

En la audiencia, los fiscales presentaron una serie de pruebas del método utilizado por Garay para, presuntamente, defraudar a sus víctimas.

De acuerdo a los persecutores, el ingeniero solía reunirse con sus eventuales víctimas en cafés de Concepción o Santiago, donde luego de explicarles el negocio, los hacía firmar contratos por un año, renovables al final de ese plazo.

Entre sus argumentos para convencerles de invertir en su empresa, les aseguraba que sus dineros serían invertidos sólo en empresas nuevas emegentes y con políticas sustentables y de inclusividad, nombrando a supuestos clientes, como por ejemplo el técnico argentino Jorge Sampaoli.

Quien si fue su cliente, fue el periodista Iván Núñez, quien empezó a participar en su negocio ante la oferta de una rentabilidad de un 18% anual y con una comisión del 7%. Tras el primer depósito, y al ver que durante el primer año todo marchaba según lo planificado, decidió renovar el contrato e invertir $22 millones.

No obstante, tras invertir $50 millones, Núñez terminó perdiendo unos $32 millones.

Además, cuando se conoció su supuesta enfermedad, cáncer cerebral, muchos de sus clientes pidieron una reunión, donde les aseveraba que los cheques con sus fondos ya estaban en poder de su abogado que los entregaría en cualquier momento.

Aunque, según la Fiscalía, ya en septiembre la cuenta de Think & CO tenía $2.500 y las cuentas de Garay tenían cero pesos.

Ante las pruebas presentadas por los fiscales José Morales y Marcelo Leiva de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, la jueza Paola Rabinovich dictaminó la cautelar de prisión preventiva, ante el peligro de fuga y por constituir un peligro para la sociedad.

Esto último, sumado a que la defensa, el abogado Rainiero García de la Pastora, por expresa petición de Garay, no alegó a la petición de medidas cautelares.

En la audiencia se fijó un plazo de investigación de 120 días.

El golpe de la defensa

La defensa había dado un importante golpe luego de que lograra borrar del Registro Civil sus antecedentes penales, mientras se tramitaba su extradición en Rumania. Con esto, quedó con una irreprochable conducta anterior.

Entre los antecedentes de Rafael Garay, estaba una condena por conducción en estado de ebriedad, por los hechos que protagonizó la madrugada del 18 de diciembre de 2007, mientras se dirigía en su todo terreno Ssangyong a Sala Murano en Lo Barnechea.

En ese contexto protagonizó un accidente que dejó a una joven con graves lesiones, que terminó con una sentencia en su contra de 200 días de pena remitida y 2,37 de alcoholemia en su registro.