Cultivar y mantener una relación amorosa en estos tiempos cuesta trabajo. La presión de cumplir a cabalidad con todos nuestros compromisos laborales o académicos, deja muchas veces en segundo plano el cómo nos relacionamos con esa persona que amamos.

Y es que cuando asumimos el camino del compromiso, todos esperamos que nuestra pareja sea esa ‘otra mitad’, alguien que nos complemente y con quien podamos compartir intereses y proyecciones a largo plazo.

Una vez estamos seguros de nuestra relación, debemos ir quemando etapas y sorteando diversas pruebas que nos pone la vida en pareja, sin embargo, cuando esto no funciona, de inmediato surgen dudas del tipo ‘¿Qué hice mal?’ o ‘¿Por qué terminamos si aún nos amamos?’.

Debemos saber que a veces el amor no es suficiente para mantener vivo un romance, pues existen aspectos como la comunicación, empatía, confianza y pasión, que a veces son mucho más importantes que ese ‘amor romántico’ que se siente por la otra persona.

En este contexto, la psicóloga clínica Terri Orbuch, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, aseguró que uno de los principales motivos por el que se termina una relación, es porque existe una diferencia sustancial entre cómo pensamos que debe ser nuestra relación y cómo es realmente, lo que genera una gran frustración que termina por destruir a la pareja.

Una idea que comparte el Dr. Jeffrey Bernstein, psicólogo experto en terapia de parejas de la Universidad Estatal de Nueva York, quien describió en una columna publicada en el medio especializado Psychology Today, cuáles son los pensamientos más recurrentes que terminan destruyendo una relación.

Luis Hernandez (cc) | D2k6.es
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Al igual que Orbuch, estos pensamientos constantes sobre cómo deseamos que sea nuestra relación, sin verbalizarlos, terminan siendo tóxicos y se convierten en un enemigo silencioso de nuestras relaciones. Lo anterior, es porque producen un ‘efecto 3D’ que Bernstein desglosa como distracción, distancia y desconexión.

Para el experto, la distracción ocurre cuando las personas están pensando constantemente en aspectos negativos del otro, lo que más temprano que tarde los hace pensar en que su amor “ha perdido cierta intensidad, pero en general todavía valoran su conexión mutua”.

La distancia aparece cuando estos pensamientos tóxicos logran que las personas pasen del “nosotros”, cuando se hablan temas de pareja, al “yo” y “tú”, particularmente en discusiones que involucran responsabilidades compartidas. De hecho, en esta etapa ni siquiera disfrutan tanto de su compañía, señala el especialista.

En tercer lugar, la desconexión se hace presente cuando ambos ya no se sienten una pareja, sino más bien amigos que comparten un hogar y/o intereses en común. La pasión desapareció.

Ahora que sabemos lo que provocan estos pensamientos tóxicos, resulta lógico preguntarse cuáles son los más comunes y, al mismo tiempo, los más difíciles de identificar y que atacan silenciosamente la relación.

Para Bernstein existen al menos 5 pensamientos tóxicos que amenazan sigilosamente tu relación de pareja, por lo que si se te ha venido a la mente alguno de ellos, es hora que te replantees tu vida amorosa.

1.- El juego de ‘Todo o Nada’

“Ves a tu pareja como una persona que siempre está haciendo algo mal o nunca hace lo correcto”, explica. En este punto, es recurrente que pienses que tu pareja debe hacer siempre lo que tú crees correcto, sin pensar en su forma de ver las cosas.

2.-Conclusiones catastróficas

“Uno de ustedes exagera las acciones y acontecimientos negativos relacionados con el otro”. Un ejemplo claro de esto es decir: “Él gastó más de lo permitido y ahora no tendremos como pagar las cuentas y quedaremos en la calle”.

Pixabay (cc)
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3.- El eterno ‘DEBERÍAS’

“Uno de los miembros de la pareja asume que el otro va a suplir una o más de sus necesidades, simplemente porque él o ella debería estar al tanto de esa necesidad”, comenta el psicólogo y académico, quien ejemplifica esta situación de una manera muy sencilla: “Deberías saber cuánto odio mi trabajo, pese a que le digo a todo el mundo que es un gran oportunidad”. Frases como esta pueden ser un claro indicio.

4.-Las ‘etiquetas’ negativas

Este pensamiento tiene que ver cuando llega un momento en que etiquetas injusta y negativamente a tu pareja, olvidándote de sus cualidades positivas. Frases tipo ‘¡Eres tan flojo!’ o ‘¡Eres tan inútil!’, pueden matar lentamente tu relación si se van repitiendo en el tiempo.

5.- El juego de la culpa

“Culpas injusta e irracionalmente a tu ‘media naranja’ por problemas de la relación o incluso por otros asuntos más grandes y personales”, detalla.

Cabe señalar que si bien en cada uno de estos pensamientos puede haber un cierto grado de veracidad, es cuánto distorsionamos la realidad o cuán ‘pegados’ nos quedamos en esos pensamientos, lo que puede terminar dañando nuestras relación.

En este sentido, Bernstein aconseja concentrarse siempre en los aspectos positivos de la pareja para restarle importancia a aquellos negativos que a veces se quedan pasmados en nuestras mentes. Un hecho es que las parejas felices son aquellas que no pierden el tiempo en asuntos negativos y prevalecen la comunicación y confianza para solucionar sus asuntos.´

Por último, señala que la clave está en nuestra propia cabeza y que siempre debemos detenernos a pensar para qué nos comprometimos en una relación. “No nos involucramos en una relación para ser tratados con desprecio, ignorados o abandonados. Tampoco para ser abusados o denigrados, privados de una vida sexual o forzados a soportar comportamientos problemáticos e inmaduros”, detalla en su columna, junto con agregar que si ese es el caso, debes tomar en cuenta lo que estás dispuesto a tolerar, cómo tratar esos temas con ayuda experta o, simplemente dar un paso al costado y esperar que tu próxima pareja sí te entregue lo que quieres y necesitas.