Estados Unidos y Rusia reanudaron este lunes en Viena las negociaciones sobre el control de armas nucleares, un diálogo amenazado desde el principio por la insistencia de Washington de incluir a China, idea que Pekín rechaza.

Reunidos por varios días en el Palacio de Niederösterreich de Viena, los representantes de Rusia y EEUU discuten desde esta mañana el destino del tratado bilateral New Start que expira en febrero del 2021, justo cuando termina el actual mandato de Donald Trump y que quiere prolongar en las elecciones de noviembre.

Según el último informe del Instituto Internacional de Investigacion de Paz de Estocolmo, Rusia y EE.UU. detentan el 90 % de las armas nucleares del mundo. Washington cuenta con unas 5.800 ojivas nucleares y Moscú 6.375.

Inscrito en el marco del desarme progresivo previsto por el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TPN) de 1968, el New Start limita el número de lanzadores misiles nucleares estratégicos a 700 y el número de ojivas nucleares a 1.550.

Moscú reclama prolongar el tratado, pero la administración Trump supedita las discusiones a la presencia de China.

Pekín, que tiene un arsenal inferior al de EEUU y Rusia, rechaza participar en negociaciones tripartitas y propugna como condición para la apertura de discusiones multilaterales el que EEUU reduzca de manera drástica sus stocks de armamento nuclear.

Expertos consideran que Trump no tiene ninguna intención de prolongar New Star y utiliza la ausencia de China como excusa para dilatar el asunto.

De hecho, Trump ya retiró a Estados Unidos de tres acuerdos internacionales de desarme: el acuerdo nuclear iraní, el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglas en inglés) y el Tratado de Cielos Abiertos sobre verificación de movimientos militares y limitación de armas.

El fin de la era de los acuerdos bilaterales de control de armas

“El gobierno de Trump no tiene planes de extender el New START en este momento y busca utilizar el desinterés de China en las negociaciones trilaterales como una excusa cínica” para abandonar el tratado, dijo a AFP Daryl Kimball, director de la organización independiente estadounidense Arms Control Association.

Según el analista político ruso Fyodor Loukianov, no hay que “esperar ningún avance” en Viena. “La administración Trump está renunciando a prácticamente todas las restricciones a los acuerdos anteriores”, dijo a la AFP. “No hay indicios de que este tratado sea una excepción”, añadió.

Shannon Kile, experta del SIPRI, dijo que “la era de los acuerdos bilaterales de control de armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos puede estar llegando a su fin”.