La Asamblea General de las Naciones Unidas ratificó este miércoles el Pacto Mundial de Migraciones, que no es vinculante y que busca reforzar la cooperación internacional para una “migración segura”.

El documento, discutido en Marruecos entre 165 naciones, fue ratificado con 152 votos a favor, 5 en contra y 12 abstenciones, donde estuvo el voto de Chile. Quienes se opusieron fueronEstados Unidos, República Checa, Israel, Polonia y Hungría.

El pacto, el primero a nivel regional para gestionar la migración, plantea 23 objetivos para desalentar la migración ilegal, en momentos en que el flujo de migrantes ha aumentado a más de 250 millones en el mundo.

Varias polémicas surgieron en torno al acuerdo en varios países de la Unión Europea, que llevaron por ejemplo a la caída del gobierno de coalición de Bélgica y presiones para la renuncia del canciller de Eslovaquia.

En Chile, en tanto, el presidente Sebastián Piñera sostuvo que el Pacto Migratorio atentaba contra las políticas de tránsito por el territorio nacional. “No queremos que ingresen a Chile (…) aquellos que hacen daño. Por ejemplo, delincuentes, traficantes, el crimen organizado o quienes hacen trata de personas”, dijo en una oportunidad.

Líderes populistas y de derecha de varios países han tomado medidas draconianas para evitar el ingreso de migrantes. Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos buscó hasta último momento que otros países no apoyaran el pacto.