Por otro lado, no se ha tenido noticias del destino de los secuestrados y llevados a Gaza como rehenes por Hamás, que podrían sumar unas 200 personas, según algunas estimaciones israelíes.

El número de muertos causados por los bombardeos de Israel en Gaza ya supera los 1.500, según el último recuento del Ministerio de Sanidad gazatí.

Mientras que el saldo de víctimas de lado israelí, causado por el ataque del grupo Hamás, se mantiene de momento en torno a 1.300.

A estos 1.300 muertos en Israel, se añade un total de 3.268 heridos hospitalizados, de los que 28 están en estado crítico, 348 graves y 581 moderados, de acuerdo a los últimos datos del Ministerio de Sanidad israelí.

En el lado de Gaza, a la cifra de 1.537 muertos -incluidos 500 niños y 276 mujeres-, se agregan 6.612 heridos de diversa consideración; así como 32 muertos en Cisjordania, además de unos 600 heridos, de los que 190 han requerido hospitalización.

Entre los muertos de Gaza se cuentan ya diez miembros de personal sanitario, según el ministerio.

Al balance de ambos bandos se suman 1.200 muertos entre los milicianos de Hamás caídos combatiendo con las fuerzas de seguridad en territorio israelí, donde aún continúan combates esporádicos, con cinco milicianos muertos ayer, según un portavoz militar.

El mismo portavoz confirmó, además, que las Fuerzas Armadas han notificado por ahora a las familias afectadas la muerte de 220 militares israelíes caídos en combate, una cifra provisional que puede aumentar.

Por otro lado, no se ha tenido noticias del destino de los secuestrados y llevados a Gaza como rehenes por Hamás, que podrían sumar unas 200 personas, según algunas estimaciones israelíes.

Hamás y la Yihad Islámica aseguran tener unos 130 rehenes entre ambos grupos, y el Gobierno israelí ha confirmado la identidad de 97 de ellos y notificado a sus familias, según ha revelado hoy el portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari.

También han sido notificadas las familias y revelados los nombres de 222 soldados israelitas muertos en combate desde que empezó el sábado la guerra contra las milicias palestinas de Gaza, que son “la mayoría” de los uniformados fallecidos.

El Ejército pretende enterrar a todos sus caídos para mañana por la tarde; pero la identificación de cadáveres civiles está siendo más complicada.

Mientras que, de los 854 cadáveres que han llegado a la base militar de Ramla (zona central de Israel), donde se están llevando a cabo estas labores, solo 361 han sido identificados y 264 enterrados. Esto porque, antes de los sepelios, se deben tomar pruebas de ADN y fotografías, que se cotejan con una base de datos nacional.

El proceso se ha visto ralentizado por la falta de personal y equipos experimentados, y sobretodo por el elevado número de muertos, más de 1.300, algo sin precedentes en Israel.

Muchos de los cuerpos del millar de milicianos que Israel dice haber matado durante los enfrentamientos armados en territorio israelí, están todavía esparcidos por comunidades del sur de Israel.

El proceso de recogida está siendo lento, pero algunos ya han sido trasladados a otras instalaciones donde también se someten a pruebas de ADN para evitar confusiones.